¿Cuándo es recomendable hacer un estudio de fertilidad?
En cualquier momento, cuando la mujer considere que en su proyecto vital prevé demorar la maternidad hasta después de los 35-37 años de edad, algo que cada vez es más frecuente.
Los 35-37 años suelen ser un punto de inflexión en el que las posibilidades de concebir de las mujeres suelen empezar a declinar, pero no se puede elegir un punto de corte para toda la población, porque puede no ser válido para todo el mundo.
Tras dos abortos espontáneos. Tradicionalmente, se esperaba a tener 3 abortos consecutivos para hacer un estudio de las causas, pero actualmente, lo solemos hacer tras dos abortos.
También hay que tener en cuenta que a medida que la mujer se va haciendo mayor la posibilidad de sufrir un aborto aumenta y disminuyen las posibilidades de lograr un embarazo.
¿En qué consiste el estudio de fertilidad?
Generalmente se refiere a la valoración de la reserva de ovarios: número y calidad. Suele hacerse con una ecografía transvaginal o mediante una analítica hormonal (hormona anti-mülleriana).
Según los resultados, la mujer valora la opción de preservar ovocitos, una técnica sencilla y que puede ser muy efectiva si quiere tener hijos en edad avanzada.
¿La Seguridad Social cubre el estudio?
La Sanidad pública sí estudia a las parejas que ya tienen problemas de infertilidad e, incluso, ofrece la preservación de óvulos cuando la mujer tiene que someterse a tratamientos agresivos que pueden dañar su ferilidad, para vencer un cáncer, por ejemplo.
Sin embargo, el estudio de fertilidad para pacientes que no se plantean inmediatamente una gestación suele quedar para el ámbito privado.
El Dr. Luzan considera que esto es que es una pena:
"En determinados países nórdicos que tienen menos problemas de natalidad que el nuestro, sí se ofrece mediante una especie de consulta de planificación reproductiva. Esto es muy útil porque pone sobre alerta a muchas pacientes que pueden tener dificultades para concebir en un futuro".
¿Es lo mismo que el estudio de infertilidad?
No debe confundirse, porque esta es otra opción que suele ser previa a la Fecundación in Vitro (FIV).
En estos casos, las recomendaciones tradicionales dicen que es aconsejable que lo realice cualquier pareja que lleve más de un año buscando gestación sin conseguirlo. Este periodo se acorta a seis meses a partir de los 35 años.
Es un estudio más amplio y dirigido, ya que busca los motivos por los que una mujer no se quda embarazada y suele incluir la valoración del útero, las trompas, el semen… Y algunos aspectos más concretos dependiendo de la historia de cada paciente.