Empiezan los sentimientos de culpa en los que te arrepientes de comer tanto y sin control.
Diciembre es una temporada en la que hay comida por montón, platillos que son especialmente para estas fechas y que solamente tienes el placer de comerlos una sola vez al año. Por esta razón es que decides comer como si no existiera un mañana: romeritos, bacalao, ponche, pavo, ensalada de manzana, entres otros tantos que no pueden faltar en tu mesa el día de Navidad.
Después empiezan los sentimientos de culpa en los que te arrepientes de comer tanto y sin control, imaginas que vas a subir demasiados kilos y en tus propósitos de enero ya destaca la idea de ir al gym.
Deja de preocuparte y mortificarte. La realidad es que en estas fecha decembrinas –es probable– que solamente aumentes entre medio a 3 kilos durante las últimas 6 semanas del año. Sí, el aumento de peso es real, pero la cantidad no es motivo para alarmarse y mucho menos preocuparse.
Debes tomar en cuenta que las épocas navideñas sólo se dan una vez al año, por lo que para comer lo que tanto te gusta te tienes que esperar 365 días; así que disfruta y no te preocupes.
Datos publicados en el New England Journal of Medicine, confirman que el aumento de peso durante las vacaciones es solamente un total de 0.7 % de tu peso normal durante todo el año.
“En realidad, lo que causa un aumento en el peso después de las fiestas decembrinas no es la alta ingesta de alimentos, sino el sedentarismo. La lógica indica que toda aquella energía que no se consume tiene el potencial para almacenarse como grasa y tratándose de fechas marcadas en el calendario como sinónimo de convivencia social y fiesta, el ejercicio pasa a último término al final del año.”
Recuerda que sólo hay una vida y un mes de diciembre por año, no es un pretexto para que te descuides, pero sí para que disfrutes de las costumbres y tradiciones con las que has crecido por años: llegar a casa con toda la familia, comer los mejores platillos preparados con tanto amor y espíritu navideño sobre la mesa, los adornos, el pino adornado y sobre todo el amor familiar que se respira en cuanto cruzas la puerta. || CC