Hay una verdad brutal que muchas veces nos negamos a aceptar: no tenemos el control de todo. La vida es demasiado corta para estar estresada por todo aquellos que hicimos o no hicimos. La vida es lo que es y punto.
A veces terminamos el día pensando una y otra vez sobre aquello que nos hubiera gustado y no hicimos. Gastamos energía dandole espacio a cosas que no deberían estar en nuestra cabeza y al final no sirve de nada.
¿Qué pasa si algo sale mal? ¿Y si hubiera…? ¿Y si no hubiera…? ¿qué pasa si, qué pasa si, qué pasa si?
Cambia el chip y piensa: ¿Y si todo va bien como está ahora?
Lo que no hiciste o dejaste, es lo que debe ser ahora. No es que todo esté escrito pero simplemente, es el rumbo que tiene tu vida ahora. ¿Por qué no mejor hacer de eso algo provechoso y girar hacia donde sí quieres y estás segura?
Deja de pensar que cometiste un error y de darle vueltas a cosas que no. En todo momento tienes una nueva oportunidad para elegir qué pensar, cómo pensar y cómo vivir. No dejes que los "hubiera" te estresen.
A veces, son esos momentos de duda los que hacen que te des cuenta de que necesitas hacer un cambio. Son un punto de inflexión que pueden re-direccionarte o hacerte ver las cosas desde otra perspectiva.
Eres demasiado brillante y asombrosa como para permitir que el estrés de lo que te hace invitar a la ansiedad y los temores y preocupaciones en tu espacio.
Sí, a veces pasan cosas malas. A veces las cosas salen mal. Y a veces no serás elegido o querido como quieres. cometerás errores y te arrepentirás de ellos pero no debes estancarte en los "hubiera". Ese podría ser el impulso que necesitas para dejar tu trabajo y perseguir tus sueños hacia donde te sientas mejor y más tranquila.
A veces nos sentimos incómodas por estar en un lugar donde realmente no queremos estar, pero estamos ahí porque no queremos pasar la noche en vela cuestionandonos por qué no estuvimos ahí o por qué no fuimos a esa fiesta. Aquí te va una verdad dura: ¿qué más da lo que hagan los demás? Si tú no estás cómoda, no tienes por qué forzar las cosas solo por evitar los "hubiera", porque después, te estarás diciendo de todos modos "¿y si me hubiera quedado en casa? ¿y si no hubiera ido?"
A veces, podemos estar tan envueltos en las infinitas posibilidades de todas las cosas que podrían salir mal en nuestras vidas que nos perdemos lo que podría salir bien si decidiéramos pensar de manera diferente. No dejes que lo que si te estresa. Porque ¿y si todo funciona bien?
No te dejes vencer por los recuerdos y los "hubiera". No es sano vivir lamentándote por las decisiones tomadas; es desgastante e inútil. Al final, debes aprender que no importa la decisión que hayas tomado, la vida te pondrá en donde mejor te convenga y si no, te encaminará a ello. Ten confianza y certeza de que a pesar de que las cosas no hayan salido como esperabas, estarás bien. No te tortures y aprende de la experiencia.