Todas las personas que han tenido un gato o que al menos han convivido con uno por más de 3 minutos y medio sabe que estos animales, aunque pueden llegar a ser muy tiernos, son poco menos que indescifrables. Por su carácter mayormente esquivo y las pocas muestras de cariño que dan, es difícil descifrarlos.
Por ejemplo, hasta el momento nadie comprendía por qué tienen más de un tipo de maullido que, además, parecen ser utilizados según las necesidades que el propio gato; es decir, no emiten el mismo sonido para pedir comida que para exigir cariño, desean atención o necesitan entrar o salir de una habitación.
De acuerdo con un estudio realizado por Nicholas Nicastro de la Universidad de Cornell, los gatos sólo usan los maullidos para manipular humanos, pues para el resto de las cosas dan sonidos distintos; por ejemplo, para comunicarse con otros gatos, utilizan gruñidos, o una especie de chillido agudo, que representa temor y desprotección.
¿Para qué maúlla mi gato?
Puede ser que en este momento te estés preguntando para qué maúlla tu gato, puede haber muchas razones, pero estas son algunas de las más comunes:
- ¡Hola, humano!
- ¡Estoy aquí, mírame, dame amor!
- Ábreme la puerta
- Dame mi juguete /Juega conmigo
- Pon comida en mi plato
- Dame de tu comida
Además Nicastro afirma que esta conducta en los gatos podría ser parte de un proceso de selección natural, sin embargo, otros científicos aseguran que esto es resultado de un largo proceso de aprendizaje por el que los animales han pasado debido a la domesticación.
Otro dato curioso en cuanto a la forma en que se comunican los gatos es que ellos habrían aprendido a decir “con calma, humano, puede esperar o, “me urge”. El mismo especialista sostiene que un maullido corto y uniforme indica que no se trata de una emergencia, por el contrario, cuando el maullido es largo y fuerte podría significar “atiéndeme, es urgente”.