Por lo general creemos que una alimentación sana es suficiente para que nuestro cuerpo funcione a la perfección, pero no es sólo eso, debe estar combinada con actividad física para vivir más tiempo, de acuerdo con un estudio presentado en EuroPrevent 2019.
¿En qué consistía el experimento?
Los investigadores quisieron averiguar el impacto del ejercicio en la esperanza de vida y para ello agruparon a los voluntarios en tres grupos por su capacidad aeróbica, baja, media y alta, cuatro años después de empezar el estudio. Durante casi cincuenta años hicieron un seguimiento de la salud de éstos hombres una vez cada década y registraron aquellos que ya habían fallecido.
Los expertos investigaron sobre aquellas muertes tempranas prestando atención a factores como la capacidad aeróbica, presión sanguínea, colesterol y su historia como fumador.
Los resultados mostraron que fumar es la acción que mayor impacto tiene en la esperanza de vida, pero la baja capacidad aeróbica le seguía muy de cerca a fumar. De hecho, aquellos que tenían una capacidad aeróbica baja tenían 21% más de posibilidades de morir prematuramente comparado con aquellos con una capacidad aeróbica media y, comparando con aquellos hombres que estaban más en forma, el riesgo de muerte temprana aumentaba hasta el 42%.
Gracias a ese estudio los investigadores relacionan la importancia del ejercicio físico y la capacidad aeróbica con una esperanza de vida mayor, además con la reducción de una variedad de enfermedades crónicas.
¿Cuánto ejercicio debo hacer?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la siguiente cantidad de ejercicio por edades:
– 5-17 años: mínimo 60 minutos diarios de ejercicio, en su mayor parte aeróbico. Además, se deberían incorporar tres veces por semana otras actividades que refuercen los músculos y huesos.
– 18-64 años: mínimo 150 minutos semanales de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación. Además, dos veces por semana actividades que requieran mayor esfuerzo muscular.
– Más de 65 años: igual que el grupo anterior pero también deberán prestar atención a aquellos grupos de músculos más débiles y trabajar el equilibrio para evitar caídas.