Crear un huerto en casa es una práctica cada vez más común en las zonas urbanas, ya que no necesitas gastar miles de pesos, ni poseer hectáreas de terreno para poder cultivar tus alimentos.
Los beneficios son muchos pues favorece la reducción del estrés y es una actividad ideal para hacer con los niños, ya que les ayuda a comprender el funcionamiento de la agricultura, así como cuidar a la naturaleza.
Y qué mejor idea para comenzar tu pequeño huerto o hacer crecer el que ya tienes que cultivando una lechuga, una de las hortalizas más fáciles para tener en casa (necesitan poco espacio, se dan rápido y puedes tenerla en un lugar en semisombra).
Ahora sí, ¿cómo cultivar lechuga en casa?
La lechuga se puede cultivar casi en cualquier época del año, dependiendo de la variedad que escojas; aunque en general, hay dos fechas para hacerlo: entre febrero y mayo o entre agosto y octubre.
Si cuentas con un sobre de semillas, podrías sembrar lechugas hasta por un par de años. Si lo harás a partir de una lechuga, la cosecha solo te dará otra lechuga.
No necesitas más que una maceta de mínimo 15 centímetros de diámetro para cultivar tu lechuga, un poco de sustrato orgánico (puede ser humus de lombriz o fibra de coco) como para cubrir 20 centímetros de maceta y tierra fresca (sólo el 10-15% de la maceta será tierra).
Si vas a usar semillas, puedes sembrarlas directamente sobre el sustrato, dejándolas algo separadas (una cada centímetro); después cubre ligeramente y mantén el sustrato húmedo hasta que la plantita tenga unas cuatro hojitas. Una vez que alcanzaron este tamaño, quita las más pequeñas y sólo te quedarás con las más grandes y fuertes.
Durante las 8 semanas en que tu lechuga alcanzará su máximo potencial, deberás mantener húmeda la tierra todo el tiempo, sin llegar a encharcarla; es decir, lo único que debes cuidar es que tu hortaliza no se pudra.
Evita usar productos químios como fungicidas o insecticidas durante el cultivo, recuerda que esas hojitas llegarán a tu plato y el de tu familia.
Si no tienes semillas, puedes hacerlo con una lechuga del refri
Para hacer germinar una lechuga sin contar con semillas, sólo debes tomar una de las que tienes en tu refrigerador y cortar el tallo, colocarlo en un recipiente con agua hasta la mitad y dejarlo en un lugar donde le de la luz del sol durante 15 días.
Cada vez que notes que el agua empieza a disminuir, vierte nuevamente agua.
Ya que comenzó a surgir la nueva plantita, puedes sembrarla en el sustrato y tierra como te expliqué en el caso de las semillas.
Aquí te dejo el paso a paso para que no te compliques la vida. Es lo más sencillo y económico del mundo.