Como algunos sabrán, el hígado se encarga de realizar distintos procesos como producir proteínas, regular el metabolismo de las grasas, eliminar las toxinas de la sangre y controlar la cantidad de aminoácidos en el cuerpo. En pocas palabras es un órgano que no se puede descuidar en ningún momento ya que esto afectaría al todo el organismo en general.

Lamentablemente, la esteatosis hepática o hígado graso, es una enfermedad bastante común la cual se da por la acumulación de grasa en las células hepáticas impidiendo que el hígado realice sus funciones de forma correcta.

En general las personas las personas que consumen alcohol en exceso y de forma regular, son muy propensas a sufrir de hígado graso. Sin embargo, este no es el único factor de riesgo, también puede desarrollarse por padecer de diabetes, tener sobrepeso u obesidad, mantener malos hábitos alimenticios, tener los niveles de colesterol altos, etcétera.

Claro que esta enfermedad no es muy fácil de detectar, así que lo mejor que se puede hacer es acudir al médico a que realice los estudios pertinentes, más si se presentan las siguientes señales:

1. Dolor abdominal
Algunos pacientes han presentado dolor abdominal aunque no de forma aislada, sino aquel se presenta junto con otras molestias. Se experimenta en el centro o parte superior derecha del abdomen y no se relaciona con una actividad ni esfuerzo como tal, puede aparecer después de comer porque el estómago se expande y presiona sobre el hígado.

2. Hinchazón abdominal
También conocida como ascitis, esta señal consiste en la presencia de líquidos entre los peritoneos visceral y parietal, consecuencia de una enfermedad hepática. Sus síntomas son:

Indigestión.
Distensión abdominal.
Dificultad para respirar.
Dolor en la parte baja de la espalda.
También pueden presentarse edemas en los tobillos.

3. Fatiga
Aunque es una señal que puede derivar de muchas otras deficiencias en el cuerpo, la fatiga constante o falta de energía, es una de las posibles señales que alertan del hígado graso.

Esto se debe al mal funcionamiento del hígado el cual, al no poder funcionar correctamente, hace más lento el metabolismo lo que produce un cansancio intenso e inexplicable entre otros problemas como falta de concentración, confusión y más.

4. Color oscuro en la orina
Recordemos que a través de la orina es posible detectar distintas enfermedades ya que esta libera toxinas y desechos. Es por eso que en caso de hígado graso, la orina tiende a salir más oscura. Además, las heces también pueden ser más blancas o color arcilla, y con peor olor que el de costumbre.

5. Cambios en la piel
Los cambios en la piel son bastante significativos cuando se sufre de hígado graso. Principalmente se da la aparición de la ictericia que es una coloración amarilla en la piel y las mucosas a causa del aumento en los niveles de bilirrubina acumulada en los tejidos.

También se pueden presentar los siguientes cambios:

Fragilidad capilar.
Cuello y axilas descoloridas.
Palmas de las manos enrojecidas.
Arañas vasculares en espalda, hombros o pecho.
Manchas blancas debajo de las uñas.

Es sumamente importante prestar atención a estas señales, más siendo una persona diabética, con sobrepeso u obesidad, con muy malos hábitos alimenticios o con tendencia alcohólica.

Por otra parte, lo más recomendable siempre es acudir al médico a un chequeo regular, llevar una buena dieta, y hacer ejercicio de manera frecuente.

¿Ya conocías algunas de la señales que indican hígado graso?

Con información de Mejor con Salud.