La gastronomía mexicana es tan variada y tan rica, que incluso se hacen estudios profundos para conocer las técnicas tradicionales de cocina e incluso hemos podido entrar entre las bebidas más importantes del mundo con en el tequila y el mezcal y fue este último que fue declarado como el licor más perfecto del mundo.
Muchos de los ingredientes de la gastronomía asombran a extranjeros, ya que se utilizan cualquier cantidad de plantas posibles y hasta insectos, todos con propiedades alimenticias incomparables.
El Tequila fue declarado como el licor más perfecto del mundo por su pureza y a su rápida y fácil asimilación.
La elaboración del mezcal comienza en el agave, la cactácea que nos regala su néctar, a partir del cual se fabrica la bebida de los dioses.
Recordemos que el agave, en tiempos prehispánicos, se utilizaba para muchas cosas. Cada parte de la planta se aprovechaba, ya que tenía características muy versátiles. Sus pencas se utilizaban en rituales religiosos y sus fibras para hacer telas resistentes. Sin embargo, el verdadero tesoro se encuentra en su mismísimo centro.
El líquido que se almacena en su interior tiene una composición muy particular: es alta en polisacáridos (azúcares de cadenas largas), los cuales incluso permiten que no solo se extraiga mezcal, sino también miel.
El hecho de que el mezcal provenga de los polisacáridos quiere decir que se asimila muy fácilmente en el cuerpo. Además, ya que su proceso de destilación tiene sus raíces en métodos tradicionales, no se utilizan químicos ni aditivos dañinos.
Su altísimo grado de pureza de determinó, de manera científica, a través de una compañía especializada en análisis y reseñas de bebidas, llamada Beverage Testing Institute. Esta empresa, después de realizar una serie de pruebas, declaró al mezcal como el destilado más puro del mundo. Esto confirma de manera contundente lo que muchos tal vez presentían: que el mezcal es un licor perfecto. Puede ser fuerte, pero, al fin y al cabo, es ligero para el cuerpo; por eso dicen que no da resaca. Así que celebremos las maravillas de la gastronomía mexicana con un caballito de nuestro mezcal preferido.