La creencia de que los pechos se “sequen” y por ende no produzcan leche, ha llevado incluso al destete, lo que ha provocado también que muchas mujeres se cuiden de tener alguna reacción emocional fuerte como un susto o una situación estresante. Y si bien es importante evitar este tipo de emociones durante el embarazo, la lactancia y en la vida en general, muchas veces hay situaciones que simplemente nos superan.
¿Una mala noticia, el trabajo, una discusión fuerte puede llegar a afectar a una madre hasta al punto de no tener más leche para su bebé?
La respuesta es que la leche materna no se puede cortar por alguna vivencia de este tipo. Lo que es verdad es que ante determinadas situaciones, la mujer sufra de estrés y que las reacciones químicas que este produce dentro del cuerpo impida que la leche salga momentáneamente.
¿Por qué la leche materna se ve interrumpida por el estrés?
De acuerdo con el doctor Christian Hernández, ginecobstetra del Hospital DioMed:
“Al vivir una situación de estrés físico o mental, como un reflejo de supervivencia, el organismo libera hormonas como adrenalina, noradrenalina y cortisol, por lo cual se produce un bloqueo para la producción de leche, pero éste es temporal; de hecho, se puede volver a producir en cuanto se pega el bebé al pecho de la madre para que succione. Así que eso de que la leche se corta o se suspende por completo, no es verdad”.
Esto también puede suceder en mujeres que se encuentran muy deshidratadas, en cuyos casos podría ser posible que disminuya su producción de la leche materna.
En cualquiera de los casos esto produce que al succionar el bebé, la leche salga más despacio y no es que no haya leche, sino que sale con mayor dificultad.
¿Qué hacer ante una situación de estrés?
Destetar no es la opción, así que lo mejor que se puede hacer es comprender que es una situación momentánea y que se resuelve en cuanto una se tranquiliza. Por lo tanto, lo primero es procurar relajarse, tener paciencia y seguir ofreciendo el pecho al bebé tanto como lo requiera.
Por otra parte, buscar un espacio o habitación tranquila, alejada del ruido y de situaciones tensas. De ser posible, poner música suave y relajante, acompañada de luz tenue y cálida y procurar estar a solas la madre con su bebé.
Es muy importante también, poner al bebé al pecho con frecuencia para que su succión estimule la producción de oxcitocina. Si el pequeño se inquieta porque la leche no sale, tranquilizarlo con mimos, caricias y palabras suaves. Poco a poco se restaurará su producción y flujo si permites que el bebé continúe con la succión del pecho.
Otros mitos sobre la leche materna
Finalmente, hablemos brevemente respecto a si la leche materna se puede cortar pero por cambios fríos de temperatura. Por ejemplo, cuando se esta amamantando, no debe bañarse la mamá con agua fría.
Sin embargo, esto solo forma parte de los tantos mitos alrededor del tema ya que de acuerdo con el Dr. Horacio Reyes Vázquez de la Clínica Pediátrica Pigüi, si se tiene el hábito de bañarse con agua fría, no hay razón para cambiarlo ya que no altera la calidad ni la cantidad de la leche materna producida.
Lo mismo ocurre con el aire o clima frío de algún lugar en específico.