¿La razón? Cada vez más personas están convirtiendo a su adorable perro en un malcriado perrhijo al que le brindan -incluso más- atenciones que a un ser humano.
Aunque te parezca un acto inocente, la realidad es que podrías provocarle daños irreversibles a tu compañero perruno.
Si quieres corregir esta situación, lo primero que debes hacer es evaluar qué tipo de comportamientos nocivos estás siguiendo para comenzar a evitarlos y así lograr que tu perro sea un “buen chico” otra vez.
No pierdas la calma, aunque sabemos lo mucho que quieres a tu perrhijo, él valorará aún más que e devuelvas un poco de autonomía e independencia después de que corrijas estas acciones. Te decimos cuáles son los errores más comunes a través de los cuales puedes encontrar las señales de que lo estás consintiendo de más.
Dice una popular frase “Mientras más conozco a los hombres, más quiero a mi perro” y quizá esta es una de las razones por las que muchas personas prefieren refugiarse en el amor incondicional de un compañero de cuatro patas; sin embargo, también debes poner una línea para saber en qué momento le estás causando un mal a tu perrito.
Así es como puedes descubrir que ahora tienes un perrhijo
La primer señal de alarma es que comiences a comportarte de manera maternal o paternal, incluso que entre tus conocidos señalen que es tu “hijo” o “hija”. Las razones son obvias, quizá lo procuras más que a algunos integrantes de tu familia -esto no es del todo malo, pero sí peligroso para tu mascota-.
Tener un perrhijo también significa que no puedes ni pensar en la posibilidad de salir de vacaciones porque “Firulais” no te acompaña; debes saber que existen varias opciones para que tu compañero se quede en casa con algún familiar o amigo, e incluso al cuidado de expertos en spa especializado en trato animal.
Si tu perro es más dueño de tu cama que tú, esta es otra de las señales que no debes dejar pasar desapercibida. Ya que los animales con de “costumbres”, permitirles que se apropien de un espacio que está pensado para tu descanso no es lo más prudente.
De vez en vez te puedes descubrir hablando con tu perrito o diciéndole “salud” después de que estornudó, pero si se vuelve en tu principal compañero e incluso le tienes más confianza a él sobre a otros seres humanos… debes tomar algunas consideraciones importantes con respecto a la manera en la que te diriges a él.
Otro detalle que indica que sin duda tienes un perrhijo es que lo vistes y calzas -en ocasiones mejor que tú-. Como un chiste o para una sesión de fotos está bien, pero de acuerdo con los veterinarios, esto puede llegar a vulnerarlos y hacerlos inseguros frente a otros de su misma especie; por lo que su confianza disminuirá significativamente.
La peor alerta es cuando le llamas “bebé” e incluso lo tratas como tal -aunque ya sea un perro adulto con necesidades especiales-. Mecerlo, arrullarlo, darle “biberón” o hasta sacarlo de paseo en carreola son los peores indicativos de que tu perrito puede estar en la peor etapa de ser un perrhijo.
¿Por qué debes dejar de hacerlo desde ya?
De acuerdo con el estudioso del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, Raúl Valadez Azúa, tener este vínculo con las mascotas rompe con la “interacción hombre-perro” que se formó hace más de 20 mil años.
“Introducir a un animal a un esquema que no es parte de su esencia afecta su perspectiva, es incapaz de procrear, porque no reconoce a los miembros de su especie como pares”, explica Valadez al portal Su Médico.
Con información de Insider y UNAM.