¿Un ejemplo? Hay algunos comentarios que jamás debes decirle a aquellas familias que tienen un hijo único.
Tomar la decisión de tener hijos es por mucho de las situaciones más importantes de la vida, pues traer al mundo a un ser vivo es una responsabilidad tan grande que el sólo pensarlo puede llegar a ser abrumador. En ocasiones la gente no repara en la carga tan grande que puede ser el darle este giro a la rutina de pareja.
Después viene el pensar en el momento del nacimiento, de los primero pasos, cuando dejan pañal, primeras palabras y el primer día en el kínder pueden parecer muy lejanas; sin embargo el tiempo pasa muy rápido y tú pequeño pronto deja de ser tu bebé. Muchas parejas aseguran que esta disertación los hace considerar si desean seguir aumentando integrantes a la familia o es mejor permanecer con un hijo único.
Y entonces empieza la segunda etapa: ¿será prudente tener un hijo más?
Muchas veces la idea de tener otro hijo no llega sola y tarde o temprano alguna persona empezará con cuestionamientos incómodos que quizá no esperas escuchas cuando estás experimentando por primera vez la crianza.
Tratarás de explicarles tus razones de porque has tomado la decisión de tener sólo un hijo y no habrá quien te diga que eres egoísta y que seguro tu hija o hijo crecerá siendo caprichoso, berrinchudo, exigente y sobre todo “consentido”.
Sin embargo, en la actualidad el 40% de las parejas están determinadas a sólo tener un descendiente y las razones son variadas, puede ser la situación económica, querer brindarle una mejor educación y tener más tiempo de calidad; sin mencionar los problemas climáticos o sociales por los que actualmente estamos pasando.
Posiblemente el parto o posparto no fue como lo soñaste, no quieres volver a pasar por eso sumándole a las desveladas, los mil cambios de pañales y la lactancia; eso definitivamente te hace tomar la decisión de no más hijos.
Hacer oídos sordos a todos los cuestionamientos o críticas a tu idea de un sólo hijo quizá es la mejor salida, pues no siempre estarás dispuesta a dar la lista de las razones de tu decisión.
¿Qué no deberías decirle a las parejas con un unigénito?
Las frases prefabricadas como: “¿Para cuándo la parejita? ¿No crees que si tardas más, ya se llevarán muchos años? ¿Apoco vas a dejar que se quede solo?” son casi una ofensa cuando se trata de la forma en la que una familia desea establecer a los integrantes.
No cuestiones todos aquellos “lujos” o “gustos” que se le dan al pequeño, finalmente es la elección de los padres que su pequeño tenga la posibilidad de acceder a otro tipo de experiencias con respecto a la vida.
Tampoco preguntes si existen “problemas de fertilidad” eso es algo muy personal e incluso doloroso que cada pareja debe asumir. Mucho menos les hables del “egoísmo” al no querer darle un hermanito, no conoces los aspectos que los llevaron a tomar esta elección de tener un hijo único.