Seguramente en más de una ocasión te ha tocado ver en Facebook o Instagram la famosa frase: “¿Dónde entregas, nena?”. Y así fue como nació este término para llamar a miles de mujeres emprendedoras.
Al principio era más como un chiste “local” en la que entre las mismas vendedoras se identificaban de esta forma e incluso “bromeaban” con la forma en la que operan -entregan un producto de calidad a un precio módico en algún punto céntrico o estación del metro-. Pero como el internet tiene un alcance impresionante, pronto se hicieron virales.
A pesar de que lo único que buscan estas mujeres es aportar un ingreso a su economía familiar, “Las nenis” se hicieron virales de manera negativa. Blanco de memes, burlas, comentarios despectivos, expresiones clasistas, estas chicas ahora enfrentan más de una situación de discriminación.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, para agosto de 2020, más de 3.2 millones de mujeres perdieron su empleo en un periodo de seis meses. Esto representa hasta el 64% del total de trabajadoras que fueron despedidas debido a la pandemia de coronavirus.
A nivel nacional, el INEGI considera que las mujeres son el sector más vulnerable en medio de la crisis sanitaria puesto que esta expulsión también puede traducirse en desigualdad, menos oportunidades, mayor condición de violencia y carencias. De acuerdo el instituto, las mujeres de 25 a 44 años reportaron un 47.7% de personas sin empleo, mientras que de los 15 a los 24 años un 31.8%.
Las Nenis no son una cuestión de burla, son una situación de lucha y superación
Para algunas este es el primer empleo en el que incursionan, para otras esto es una forma de vida e incluso una forma de llevar un sustento al hogar. Casos de éxito los hay por cientos, desde mujeres que sostienen a sus hijas confeccionando para su propia marca de lencería hasta las que consiguen mercancía internacional de bandas coreanas y las comercializan en un mercado que exige gran demanda.
Defintivamente, “Las Nenis” son más que un meme, estas mujeres emprendedoras representan a un sector de la sociedad que está buscando cómo reactivar la economía familiar en uno de los momentos más críticos para el mundo. Algunas venden ropa, otras productos que ellas mismas elaboran como pinturas o repostería, algunas más incursionan en el mundo del “trueque”.
Algunas de estas mujeres prefieren ser conocidas como “bazareñas”, otras más adoptan el término de “nenis” como una bandera de rebeldía y de autogestión, pero principalmente de poseer un poder económico a través de ventas que les permiten realizar algunas otras actividades como estudiar, la maternidad o enriquecer su vida personal.
“Protejan a las nenis a toda costa”, “Apoya a tu nenis local”, “Estas morras están sosteniendo la economía mexicana”, “No entiendo porque se burlan de las “nenis” si lo que hacen es lícito, la libertad de profesión es un Derecho Humano y me parece de mal gusto burlarse de eso”, expresaron algunos usuarios en redes.
¿Por qué no debes burlarte de estas mujeres emprendedoras?
Detrás de esta situación también se encuentra el sustento de miles de familias que quizá están afectadas por la falta de empleo debido a la pandemia, niños que gracias a este ingreso pueden comer, hermanitos que tienen la posibilidad de continuar con sus estudios. Abuelos o padres de familia que salen adelante gracias a este apoyo de las ventas.
La siguiente ocasión que compartas una frase misógina, clasista o de discriminación sobre “las nenis”, pregúntate a ti mismo si no eres parte del problema o peor aún, si nunca te has atrevido a emprender y arriesgarte con un negocio de esta magnitud.