Una de las tareas más difíciles, que no cuenta con una guía o manual para hacerlo a la perfección es la de ser padres.
Ya que nadie nos dice como hacerlo, y todos queremos que nuestros hijos sean felices, exitosos, triunfadores y se conviertan en adultos realizados, para lograrlo deberás renunciar a algunas cosas.
Para nadie es secreto que convertirse en padres trae consigo muchos sacrificios. Algunas madres tienen que renunciar a sus sueños y metas, esto con el objetivo de darle a los pequeños las cosas que ellos nunca tuvieron, sin embargo, eso no es lo más recomendable, ya que una mujer realizada y satisfecha con su vida, sabrá transmitirle eso a sus niños. Sin embargo, sí hay algunas cosas a las que los padres deben renunciar para criar hijos felices y triunfadores.
Esto no tiene nada que ver con decirle adiós a los sueños, metas e incluso la relación de pareja, pero sí a situaciones que cuando no tenías pequeños disfrutabas al máximo.
Renunciar a no tener paciencia: Todos los padres y madres deben tener muchísima pero muchísima paciencia. Serán muchas la veces que quieras estallar de furia, sobre todo ante las rabietas o travesuras de los pequeños.
Así que en algún momento tendrás que esconderte en una habitación, respirar profundo y evitar comenzar a gritar para que los niños te hagan caso. Eso es lo mejor que puedes hacer para no crear el miedo entre tus hijos y que después te arrepientas de eso.
Renunciar a la intimidad: Tu vida ya no será solo tuya. Tendrás que olvidar esos 5 minutos para descansar o estar a gusto en la cama. De hecho tu cama será invadida por los niños casi todo el tiempo. Será posible que ni en el baño puedas estar en paz, ya que hasta ese lugar van a buscarte.
Ya sea que se enfermaron, se les hizo tarde para ir a la escuela, se sienten tristes, los pequeños siempre van a necesitar de tu compañía, apoyo, guía y consuelo. Y tendrás que asumirlo.
Tener siempre el control: Si estabas acostumbrado a que las cosas fueran y estuvieran como tú quieres, las cosas van a cambiar. Con niños en casa tendrás que ser lo más flexible posible, ya que si una regla no funciona, tendrás que implementar otra.
No debes obligarlos a comer, relájate y espera a que les dé hambre para que puedas ofrecerle lo que desean. Trata de no pelear a la hora de dormir, mejor explícales que deben dormirse a una hora estimada y trata de que se haga un hábito, es decir que se acostumbren a ella.
Dile "adiós" a la culpa: El sentirte culpable no será productivo si sientes que te equivocaste en una reprimienta o fuiste injusto. Es decir no te ayudará a corregirlo. Tampoco será bueno el sentirte mal por esas cosas que hiciste y no invitaste a los pequeños.
Es justo y necesario que de vez en cuando salgas con tus amigos, pareja e incluso te des unos pequeños lujos como comprarte tu platillo favorito e incluso comerte en helado sin ofrecerles.
Olvida tus miedo de infancia: Puede que tu niñez no haya sido la mejor, sin embargo eso es cosa del pasado. Otra cosa que debes tener en cuenta es que en tu infancia eran otros tiempos, bastante diferentes a los actuales. No es recomendable que compares el ayer con el hoy. Lo que sí debes rescatar son las estrategias que a tus padres les funcionaron contigo. También saca los recuerdos dañinos que quisieras evitar y sobre todo disfruta de su infancia.
Jueguen, cuéntales cuentos, bailen, brinquen y cocinen juntos. Trata de crear experiencias inolvidables que queden por siempre en su mente.