Hace algunos años, la moda infantil era muy diferente a lo que hemos visto desfilar últimamente: shorts muy cortos, ombligueras, escotes, camisetas sexys, entre otro tipo de prendas.
Y aunque podemos decir que se trata de sólo prendas de vestir, algo muy inofensivo y que no puede haber nada de malo en vestir a nuestros hijos así, un estudio demuestra lo contrario.De acuerdo con la Asociación de Psicología Americana, la erotización de la infancia está causando alteraciones físicas y mentales graves a mediano plazo.
La sociedad ha llevado últimamente a la infancia a una tendencia sexualizadora, en especial, a las niñas. La ropa, los juguetes, cosméticos, publicidad, las películas y las redes sociales han bombardeado a nuestras hijas, fomentando su sexualidad y su físico como la única forma de obtener éxito en la vida.
Dejar a las niñas ser niñas
Lo que sucede con nuestras hijas es que van juzgando su belleza física y lo ven como el único criterio. De esta forma dejan de ser niñas para adentrarse en la etapa de la preadolescencia.
Desde muy pequeñas se les inculcan estándares de belleza inalcanzable, por lo que sus preocupaciones principales radican en su aspecto físico. Cuando notan que no han alcanzado los objetivos que desean, las lleva a un estado de insatisfacción constante, depresión y ansiedad desde muy chicas.
También estos modelos de belleza implican delgadez extrema, lo que puede orillarlas a padecer problemas como la anorexia y la bulimia a partir de los 9 años. Incluso, el canon de belleza arrastra a las niñas a obsesionarse con las cirugías estéticas. En Estados Unidos y España las cirugías estéticas a adolescentes son frecuentes.
¿Qué podemos hacer ante la erotización de la infancia?
- Podemos filtrar todo aquello que consumen nuestros hijos o, mejor aún, enseñarles a ser críticos con lo que ven, lo que escuchan, lo que quieren seguir.
- Hablarles y explicarles por qué ese tipo de cosas son inapropiadas para su edad, que hay momentos y tiempos para todo.
- Educar sobre sexualidad.
- Fomentar otros aspectos de tus hijos, cultura, deportes y su creatividad.
- Ver películas con ellos donde puedan fomentar su pensamiento crítico, como las películas con subtítulos.
Como ves, no se trata de prohibir cómo tus hijos cómo vestir, de hecho, es muy sano dejarlos elegir su ropa. Se trata más bien de evaluar qué consecuencias puede tener el vestir de determinada forma, crear consciencia en ellos de lo que implica y qué hay detrás de cada prenda. Lo importante es que no limitemos, lleguemos a acuerdos a través del diálogo y negociemos. Sobre todo, hacerlos críticos y conscientes del mundo que está a su alrededor, así pueden llegar a ser más felices.
¿Qué piensas de vestir con prendas de adolescentes a tus hijos? ¿Te habías imaginado lo grave que puede ser?