Quizá no has pensado, es que tu insomnio puede deberse a que te faltan ciertas vitaminas y no solo a que consumes alimentos que lo pueden alterar.
Magnesio
Muchas veces cuando hablamos de “vitaminas”, en realidad nos referimos a un grupo más amplio de nutrientes, que incluye también minerales esenciales.
Y cuando decimos que un nutriente es esencial para el organismo, quiere decir que es una sustancia muy importante, pero nuestro cuerpo no puede producirlo, por lo que debemos ingerirlo.
El magnesio forma parte del tejido óseo y participa en muchos procesos bioquímicos, como en el metabolismo de la glucosa.
También influye en procesos del sistema nervioso que contribuyen a que estemos relajados. Así que si te falta este mineral, tal vez tengas problemas para dormir.
Pero no te preocupes, puedes comer más vegetales de hoja verde: la clorofila que les da ese color contiene magnesio.
Vitamina D
Como en el organismo nada está aislado, a veces la deficiencia de un nutriente también afecta la absorción de otros: la deficiencia de magnesio desequilibra la cantidad de vitamina D que tienes disponible.
Esta es una de las pocas vitaminas que nuestro cuerpo sí puede producir: para eso necesitas exponerte a la luz del sol.
La vitamina D participa en la regeneración de los tejidos y se ha estudiado que su deficiencia puede influir en la apnea del sueño: un trastorno en que tu respiración no es del todo regular durante la noche, por lo que roncas y descansas mal.
Si piensas que puedes tener apnea del sueño, debes consultar a un especialista, pero si además consideras que sería bueno que consumieras más vitamina D, puedes comer pescados como el salmón. Además de no olvidar tomar el sol un rato cada día.
Calcio
Este mineral, no solo es el principal componente de nuestros huesos y dientes, sino que también influye en nuestros ciclos de sueño.
Dormir no es solo un estado continuo de relajación total: es un conjunto de procesos cíclicos, en los que tenemos un sueño profundo, ligero y una etapa en la nuestro cerebro tiene mucha actividad.
La etapa REM del sueño es muy activa: durante esta soñamos y es muy importante para consolidar memorias y aprendizajes que tenemos durante el día.
Se ha estudiado que durante esa etapa, los niveles de calcio aumentan, así que si nos falta, las etapas del sueño se alteran.
Para evitar que te pase esto, consume productos lácteos o leguminosas como los frijoles.
Vitaminas del grupo B
De manera general las llamamos “vitamina B”, pero se trata de un grupo de 8 vitaminas que participan en el metabolismo celular y la producción de glóbulos rojos, así que su deficiencia causa anemia.
Se sabe que la vitamina B12, favorece ciclos adecuados de sueño-vigilia. Este nutriente lo puedes obtener de alimentos de origen animal: huevo, carnes, leche.
Por otro lado, se han hecho estudios exploratorios, respecto a que la vitamina B6, influye en la forma en que recordamos nuestros sueños.
Este tipo de vitamina B, también está presente en carnes, pero también puedes consumirla de fuentes vegetales como los plátanos.
Vitamina C
La vitamina C es otro nutriente esencial que los seres humanos, a diferencia de otros animales, no podemos producir.
Participa en la formación de colágeno: una proteína que forma parte de muchos de nuestros tejidos.
Pero también se ha estudiado que un consumo adecuado de vitamina C, puede influir favorablemente en la duración del sueño.
Para incluirla en tu dieta, consumir más frutas cítricas o vegetales de hoja verde.
En cualquier caso, prefiere siempre que tu alimentación sea balanceada, eso no solo contribuirá a que tengas un sueño de mejor calidad, sino una vida más sana, en general.