Notarás cómo comienzan a hacer lentos sus pasos, o incluso habrá días en los que te darás cuenta que les cuesta más trabajo escucharte -incluso cuando les hablas fuerte-; notarás que de vez en cuando los achaques se hacen presentes y que los dolores se hacen más incómodos. Entonces deberás estar ahí para apoyarlos.
Así como ellos te mecieron y alimentaron a altas horas de la noche, ahora será el turno de cuidar a tu mamá y papá cuando ellos más lo necesitan. Quizá les sea más complicado ir de compras o tal vez tendrán más problemas para ver los número de su celular, no te desesperes, ellos fueron pacientes contigo también.
Más que una obligación, se trata de un acto de amor que debes tomar en cuenta como una manera de expresarles lo mucho que los amas y respetas. Quiérelos como ellos lo hicieron, ámalos y respétalos como te enseñaron, porque el implacable paso del tiempo es capaz de cambiar todo de manera drástica.
No los abandones, recuerda hacerte cargo de tus padres con mucho cariño
Aprovecha a su lado todos y cada uno de los momentos que pueden compartir, tiéndeles la mano cuando sea necesario, ofréceles tu apoyo incondicional sin esperar nada a cambio. Busca su abrazo o su beso, porque nunca sabes lo que el futuro deparará para todos. Escucha con atención sus anécdotas, aunque las hayan contado una y otra vez.
Cuidar a tu mamá y papá sanará el corazón de incluso los más duros; olvida los rencores, deja atrás esos errores que en su momento te parecieron imperdonables. Recuerda que ellos también son humanos, son falibles y vivieron situaciones que quizá no comprenderías e incluso te harían doblegarte ante lo complicado de la vida.
Tus padres tal vez no te dieron todo lo que esperabas, pero te dieron lo que necesitabas; te enseñaron y te dieron las bases o herramientas para salir adelante, para ser una persona que se puede valer por sí sola. Pero cuando ellos ya no puedan hacerlo más, entonces te corresponderá estar ahí para ellos.
Procura perdonar, dar la vuelta a las memorias que ya no te suman, piensa en todo aquello feliz que has vivido con tus padres. Recuerda eso cuando te necesiten, cuando debas acompañarlos al médico, cuando puedas aportar un pequeño granito de arena al cuidado de su salud, cuando les puedas invitar a comer o cuando tengas que hacerte cargo de su limpieza, de sus cuidado más esenciales.
Cuidar a tu mamá y papá será una forma de agradecerles, de amarlos y de no sentirte culpable cuando todo sea un recuerdo.