El temazcal es un ritual ancestral con propiedades sanadores. Cuerpo y mente entran en comunión para, a través de infusiones de hierbas medicinales, sanar profundamente.
Era una ofrenda a Temazcaltoci, ‘la abuela de los baños’, quien guiaba la práctica de los curanderos. Hace sentido porque es un baño de vapor que desintoxica a quien forma parte de este tipo de ceremonias.
Hay una serie de rituales para dejar ir el pasado, pero este es uno de los más poderosos. Ayuda para transmutar cualquier energía y es una forma muy integral de hacer un detoxprofundo.
¿Qué pasa dentro de un temazcal?
Temazcal es tanto el ritual como el espacio físico en el que se lleva a cabo. Es una especie de ‘choza’ en forma de iglú. Suele tener entre 2 y 4 metros de diámetro y no sobrepasa el metro y medio de altura. Por lo general está hecho de ramas y adobe.
La idea es emular el vientre materno, ese es el porqué de su forma y también la razón por la que, adentro, la temperatura oscila los 50º centígrados. Por eso y, aunque hay hechizos para bajar de peso, ahí mismo puedes perder entre 2 y 3 kilos.
El calor y las propiedades de las hierbas medicinales empiezan a hacer efecto al poco rato de estar en un temazcal. Y, mientras se rezan algunos mantras y otro tipo de oraciones, se liberan toxinas y emociones estancadas. Ahí puedes pasar desde algunos minutos hasta 2 o 3 horas.
Beneficios del ritual
Un traje de baño siempre será la mejor opción para ser parte de este ritual, procura, además, ir descansado y comer ligero. Además, toma en cuenta que el temazcalero, curandero o chamán está para ayudarte y si la sensación de calor es extrema, te dirá qué hacer para pasarla mejor.
Procura disfrutarlo, tiene muchas bondades:
- Depura. La práctica, que puede ser individual o en grupo, ayuda a depurar las vías respiratorias y el aparato digestivo; además, puede aliviar enfermedades óseas, musculares y ginecobstétricas.
- Libera emociones estancadas. Es un ejercicio de autosanación para liberar mucho sudor y, al mismo tiempo, emociones que anidan en tu interior. Así que no te sorprenda que, seguido del sudor, aparezca el llanto.
- Limpia la piel. Es un ritual que también tiene tintes estéticos, pues es bueno para tonificar y suavizar la piel. Este proceso también retira las células muertas de nuestro cutis.
- Mejora la circulación sanguínea. Esto porque, durante la ceremonia, la sangre comienza a circular de manera más acelerada. Y, al finalizar la práctica, un baño de agua fría elimina y previene las várices.
- Combate el insomnio y la depresión. Puede aumentar la energía, aliviar la depresión y el estrés. Combínalo con una práctica regular de grounding y verás cómo se liberan tu cuerpo y mente.
No hay nada más relajante y purificador que este ritual, ¡compruébalo!