Definitivamente cada etapa de desarrollo de los hijos implica un nuevo reto y diferentes preocupaciones; quizá algo que puede causar desconcierto en algunas mamás es una rutina alterada de sueño. Sin embargo, si tu hijo duerme muy poco podría ser una señal positiva.
Los expertos se han dedicado a explicar que los pequeños deben dormir en promedio unas 9 a 10 horas para fomentar el crecimiento; pero aquellos que les cuesta mucho trabajo conciliar el sueño podrían ser más inteligentes que el resto. Y esta es la explicación.
Si tu hijo duerme muy poco podría ser un indicador de que estás ante un niño superdotado, pero hay que ser cautelosos a las señales; puesto que de esto dependerá si necesitas llevarlo a una consulta especializada o si cambiarás el tipo de educación que recibe en la actualidad.
Un niño superdotado es aquel que posee un IQ de entre 120 a 160 puntos; en cada rango hay un nivel precios de inteligencia que comprende las capacidades de los menores; un estudio publicado en el medio especializado Developmental Psychology dio a conocer que si tu pequeño no duerme bien, podría tener un puntaje más alto en esta prueba.
¿Cómo explican la relación entre la inteligencia superior en un niño que no duerme bien?
La razón por la que un niño superdotado tiene problemas al dormir se debe a que su cerebro está muy activo, tan activo que le resulta casi imposible poder conciliar el sueño ya que su mente se encuentra preocupada en otros asuntos que no tienen nada que ver con dormir.
Al recostarse su proceso de aprendizaje y conocimiento sigue activo, por lo que no bastará con recostar la cabeza sobre la almohada para que logren dormir. Llegada la hora, tienen mucha energía, por lo que prefieren seguir leyendo, escuchando música, conversando o haciendo preguntas curiosas a sus padres.
“No pueden hacer algo para distraer sus cerebros el tiempo suficiente para que la fatiga se apodere de ellos, entonces continuarán acostados en la cama tan estimulados y despiertos como si fuera la hora del almuerzo”, explica la experta Coleen Kessler.
El factor de diferencia entre un pequeño que tiene insomnio o problemas para dormir y un niño superdotado es que este último no se sentirá afectado por la falta de horas de sueño y su rendimiento es casi igual al que el día anterior.