Atrás quedó el viejo dicho de “calladita te ves más bonita”, en un tiempo como el actual, es fundamental enseñarle a tus hijas a no quedarse calladas ante las injusticias o ante todo lo que les resulte poco agradable o perjudicial.
En el pasado, se consideraba como una “cualidad” que las pequeñas fueran tímidas e incluso en una esposa se buscaba que fueran abnegadas e incluso que permitieran golpes e insultos de sus parejas, hecho que se terminó transmitiendo de generación en generación.
No obstante, alzar la voz ante la injusticia les enseñará a tus hijas tener una mejor visión del mundo, a clamar por sus derechos y a exigir el ser escuchadas sin que cuestionen que por ser mujeres no tienen la capacidad o la posibilidad de expresarse.
“No te quedes callada” es uno de los mensajes que no debes olvidar recordarle siempre a tu hija; no es por rebeldía o para causar controversia, simplemente es para salvarla de momentos complicados o delicados.
Enseñarle a tus hijas lo importante que es decir la cosas cuando se sientan en peligro o cuando no se sientan cómodas, las ayudará a sentirse menos vulnerables en un mundo tan complicado como el actual.
No quedarse calladas nunca, las hijas deben sentirse apoyadas por tu
Lo primero que debes hacer es que dentro de la crianza positiva es fundamental permitir un espacio sano en el que tus pequeñas puedan hablar sin sentir que sus sentimientos o emociones son invalidadas, siempre debes darles su lugar y evitar hacer juicios de valor.
El permitirle reconocer que hay momentos en los que se puede sentir vulnerable, temerosa, asustada o incluso en peligro le brindará un soporte extra para salir adelante en medio de momentos en los que tenga que pedir ayuda.
También debes decirles que cuando se sientan en riesgo, no tengan miedo de acercarse apersonas de confianza para pedir apoyo y así permanecer a salvo cuando se sientan vulnerables. Este vínculo de confianza hará que ellas recurran primero a ti, antes que a nadie, en momentos difíciles.
Si siente que alguien de la familia la tocó de forma inapropiada, escúchala; tal vez si percibe que hay ataques en su contra en la escuela, apóyala. Probablemente siente que en kínder algo anda mal, no dudes en brindarle ese apoyo que necesita.
Por último, recuérdale a tus hijas a no quedarse calladas cuando sientan pena o temor, no les pidas que acepten todo, enséñalas a que está bien que su voz sea escuchada.