Todos queremos consumir alimentos frescos, y tal vez siempre has colocado los huevos en el soporte especial que tienen los refrigeradores creyendo que esto es lo mejor para su conservación, pero te revelaremos el secreto de cocina del por qué NO debes poner los huevos en la puerta del refrigerador.
Puede que parezca confuso, ya que si los refrigeradores cuentan con esa base ¿por qué no usarla? Bueno, esto se debe a que los huevos cuentan con una cáscara porosa en la que pueden habitar miles de microorganismos, entre ellos, bacterias muy perjudiciales para tu salud como la salmonela. La puerta del refri es la parte más vulnerable a cambios repentinos de temperatura, lo que provoca condensaciones, estas gotas de condensación pueden llevar esos microorganismos hacia el interior del huevo.
Los huevos poseen una membrana –que no es impermeable- que se dilata y contrae con estos cambios de temperatura, al subir de temperatura la membrana se dilata y permite el paso de los contaminantes.
¿Cómo conservar los huevos si no debes ponerlos en la puerta del refrigerador?
De acuerdo con INOVO, la Asociación Española de Industrias de Ovoproducto que pertenece a la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (INPROVO), la temperatura ideal para la mejor conservación de los huevos es de entre 1° y 10°C, también recomienda no sacar del refrigerador el paquete entero de huevos, sino solo los que se van a utilizar al momento.
Otro punto a considerar es que se recomienda NO lavar los huevos cuando se compran, ya que el lavado es parte de la rutina del proceso comercial. Los huevos poseen un recubrimiento natural cuando son recién puestos el cual se elimina cuando tienen su proceso de lavado industrial, pero se reemplaza con un recubrimiento de aceite mineral comestible que restaura la protección.
Tip para guardar correctamente los huevos
Tal vez siempre has almacenado tus huevos con la parte más redondeada hacia abajo, y eso nos haría sentido a todos, sin embargo, la parte más puntiaguda debería ser la que ve hacia abajo, y te explicamos por qué: el lado más redondo contiene algo llamado “célula de aire” y al dejarlos con la parte redonda hacia abajo provocamos que quede poco aire y la yema suba.
De esta manera te aseguras que la yema permanezca intacta y segura recubierta por la clara, huevos frescos y alimentos saludables.