Aquí te compartimos algunas consideraciones que te ayudarán a decidir, primero si en verdad quieres o no tener una mascota y después, qué clase de perro.
Nuestros hijos se entusiasman cuando ven animales, particularmente cachorros de perro y gato. Cuando van a casa de los primos o de amiguitos se divierten con sus mascotas; entonces comienzas a preguntarte si es momento de adquirir una.
No es una decisión que debas tomar a la ligera ni tú sola, sino con toda tu familia: a final de cuentas, será un miembro más de la familia.
Para decidir de la mejor manera, te compartimos cuatro elementos que te serán de utilidad.
- Platica con tu familia acerca de la posibilidad de traer un animalito a casa, consulta qué clase de mascota será (perro, gato, tortuga, hámster, pez etc.) y analicen los pros y los contras. Es muy importante que los pequeños participen en esta dinámica pues es el primer paso para tomar consciencia de las responsabilidades que implica y por ello todos los miembros deben estar de acuerdo en participar en el cuidado.
- Si toda tu familia está de acuerdo en tener una mascota, ahora es momento de decidir qué tipo de animal. Es una buena idea que todos participen buscando información. Por ejemplo, si han decidido tener un perro, ¿de qué tipo? ¿De qué tamaño? ¿Qué cuidados requiere? ¿Es amigable? ¿Adoptado o comprado?
- Ahora es momento de prepararse para la llegada del nuevo miembro de la familia. Todos deben participar en el cuidado de la mascota (aunque, obviamente, tú llevarás más trabajo pues debes supervisar que las cosas se hagan sin falta y correctamente). Elabora un calendario en donde se especifique quién debe hacer qué labor y asegúrate que tu animalito tenga diariamente su momento de juego y atención.
- Si te has decidido por un perro, además de todo lo anterior deberán participar en su adiestramiento desde el primer día.
Tener una mascota trae una gran alegría a la familia pero también enseña a los pequeños mucho acerca de responsabilidad, de amor a la naturaleza y de empatía.