¿Qué es el cold brew?
Si bien el cold brew es un tipo de café frío, lo cierto es que esta bebida va más allá de un simple americano que se enfrió con algunos cubos de hielo; en realidad, consiste en extraer todo el sabor y el aroma del café pero a temperatura ambiente desde el principio, por lo cual el proceso para elaborarlo es mucho más lento (requiere entre 12 y 24 horas) que el de hervir agua para infusionar los granos.
En cuanto a su sabor, el cold brew coffee es alrededor de un 60% menos amargo y ácido que los cafés preparados en caliente, lo cual se debe a que no se extraen los aceites más profundos de los granos de café porque no fueron expuestos a altas temperaturas y esto resulta en un sabor menos amargo. Por ello es que no necesita que se le agreguen cremas ni endulzantes.
Otra de las ventajas de esta bebida es que puede mantenerse en el refrigerador por hasta dos semanas y se puede ir preparando según se necesite, de tal forma que no se desperdiciará.
Se puede preparar cortado con un poco de leche o incluso nata para hacer de este un café mucho más cremoso.
Receta para hacerlo en casa
Ingredientes
250 gramos de café molido (nunca uses soluble)
Una jarra
Un litro de agua mineral
¿Cómo se hace el cold brew?
- Coloca el café molido dentro de la jarra o prensa francesa y ahí mismo vierte lenta y constantemente el agua.
- Deja reposar el café para tu cold brew durante 12 a 24 horas. Ojo, el tiempo dependerá de qué tan intenso te gusta el sabor del café pues entre más horas esté reposando, más sabor se transferirá al agua.
- Después de ese tiempo, solo debes colar bien el agua o pasarla por una gasita para sacar todos los posos de café y embotellar.
- Guarda en el refrigerador y úsalo cada vez que tengas antojo. Recuerda que puede durar hasta dos semanas.
- Para preparar una taza solo debes añadir un poco más de agua, leche o hielo y listo.