Y es que es muy común que este tipo de carne quede o demasiado seca o muy sobrecocida, principalmente cuando no se tiene conocimiento de la forma en la que reaccionan estos tipos de cortes. Pero no te preocupes, porque con estas recomendaciones no te volverá a pasar.
Para cocinar la carne de cerdo primero hay que tener en cuenta que este tipo de animal al ser preparado suele tener un gusto un tanto duro, por lo que muchas personas creen que se trata de una mala cocción, pero la realidad es que es inherente a sus características.
La consistencia dura de esta carne es propia de sus característica.
Además de la contracción muscular natural del cerdo al morir, las proteínas que se presentan en las fibras musculares, así como la cantidad de grasa y temperatura o el colágeno almacenado son indicadores para que su consistencia sea un poco más dura.
Cambia tu forma de cocinar carne de cerdo para notar la diferencia
Para un mejor resultado a la hora de cocinar carne de puerco vas a tomar en cuenta estos tips:
Descongela metiendo la carne en una bolsa hermética en agua templada; aunque lo mejor es permitir que elimine los hielos a temperatura ambiente para que los tejidos recuperen sus jugos.
Ablanda la carne para romper las fibras y así estas quedarán más suaves.
Cubre el corte con sal gruesa por ambos lados, déjala reposar 40 minutos, pasado el tiempo enjuaga bien.
Si la vas a preparar e caldo déjala 15 minutos en olla de presión y hora y media en olla tradicional.
Marina la carne con jugo de naranja, este además de suavizarla le dará un sabor especial.
Envuelve la carne en tiras de tocino y así la grasa que se desprende ayudará a que la carne mantenga sus jugos.
Para calentar en la estufa precalienta el sartén, para que así a fyuego medio no se queme ni se reseque.
Su punto de cocción son 70 grados centígrados, verifica este punto con un termómetro.
La carne de puerco requiere de algunos cuidado específicos para conseguir su sabor delicioso.