Terminar una relación puede ser duro, tan duro que probablemente sientes que no puedes con todas esas emociones. Sin embargo, una vez que trabajas en tu dolor aprendes a lidiar mejor con el fin de esa relación de pareja. Pero nunca están de más esos viejos fantasmas que regresan y te preguntas por qué tu ex no te permite que lo olvides.
Erróneamente creemos que cuando una persona vuelve después de que el romance terminó tiene que ver con el hecho de que sigue enamorada; lamentablemente no sucede así en todo los casos. Principalmente cuando tú ya te encuentras en una etapa muy diferente de tu vida.
Quizá eres feliz en soltería o probablemente estás en un sólido noviazgo y nunca faltan esos fantasmas que vienen del más allá a tratar de remover sentimientos, a hacerte creer que lo suyo aún puede funcionar o a decirte que “dejes a tu pareja para que puedan tener una nueva oportunidad”.
Por más que creas que tu corazón está mandando las señales correctas y esta vez sí va a funcionar, te explicaremos por qué no debes ceder a este tipo de hostigamiento que solo viene a arrasar con tu paz mental.
No permitas que esa expareja no te deje olvidarlo y constantemente aparezca en búsqueda de saber que sigues perdidamente enamorada de él.
Esta es la razón del por qué tu ex no te permite olvidarlo
Generalmente, estas exparejas regresan cuando tú ya estás en un punto mucho más sano de tu vida, te hacen creer que les necesitas para poder sobrevivir, pero para este momento tú sabes que estás mejor sin ellos.
Lamentablemente, pueden provocarte cierta inestabilidad emocional que te hará dudar y nuevamente caerás es esa situación a la que no le has dado cierre por completo.
Estas personas vuelven por ego, para sentirse bien con ellos mismos, para tener esa sensación de que pueden seguir teniendo dominio en tu vida; no toleran que les olvides porque eso les elimina.
Son malos, ególatras, egoístas e incluso peligrosos, principalmente porque te envuelven en mentiras para sentirse bien consigo mismo o para conseguir un beneficio propio.
No les permitas avanzar de esta manera, pon un alto y establece los límites. Reflexiona sobre todo lo que los llevó a separarse y haz un balance sobre lo que en realidad necesitas en tu vida. ¡Definitivamente ya no les necesitas!