Si eres una persona que cocina por primera vez o que no suele poner mucha atención a los detalles, quizá le has restado importancia a la espuma blanca que le sale al caldo de pollo; o en su defecto, te has preocupado tanto que incluso decidiste tirarlo a la basura pensando que estaba echado a perder.
Pero no te preocupes, porque si eres una cocinera experta o una novata en las artes gastronómicas te daremos una importante explicación sobre lo que debes hacer con este residuo que se forma en la parte superior de la olla cuando estás cocinando.
Algo en lo que muchas personas coinciden es en el hecho de que la espuma blanca que le sale al caldo de pollo debe ser retirada mientras se lleva a cabo la cocción, esto con la intención de evitar arruinar el sabor de la preparación y darle un mejor aspecto. Pero… ¿por qué?
A continuación, te compartiremos uno de los secretos de la cocina mejor guardados, mismo que al final resulta ser una cuestión relacionada con la bioquímica, pero que se relaciona directamente con el estilo que tienes al preparar una receta.
¿Cómo saber cuando la espuma blanca que le sale al caldo de pollo debe ser retirada?
Algunas personas creen que esta espuma es algo así como las bacterias que emergen a la superficie, pero esto no es verdad, aunque sí se debe a la cocción del pollo.
De acuerdo con los expertos, la pieza de pollo libera sus proteínas como coágulos que -al entrar en contacto con altas temperaturas como el agua hirviendo- se disuelven en forma de agua y se junta con la grasa, provocando esa especie de espuma blanca.
De hecho, al tratarse de proteínas desnaturalizadas, si dejas esta espuma en tus guisos puede provocar un sabor amargo, hacer que se eche a perder más rápido la comida e incluso provocar dolores de estómago; es por eso que debes retirarla de la olla en cuanto notes que se ha formado en tu caldo de pollo.
Si quieres evitar que esa espuma arruine tus caldos, lo recomendable es poner a cocer primero el pollo y dejar que el agua hirviendo vaya retirando el exceso de proteína por separado en vez de hacerlo todo junto. Retira la espuma y luego prepara por aparte los demás ingredientes con el pollo precocido.
Desde hace mucho tiempo se indica que la espuma blanca que le sale al caldo de pollo debe ser retirada para que la preparación dure más, tenga menos grasa y al final no tenga un aspecto sucio o demasiado lleno de impurezas.