La pérdida de uno o varios hijos es la peor pesadilla para los padres. No va con el ciclo natural de los seres humanos y, por supuesto, es un dolor indecible. Por eso queremos compartirte algunos consejos para superar la pérdida de un bebé.
El duelo perinatal tiene lugar cuando se produce el fallecimiento de un pequeñito durante el periodo que va desde la concepción hasta el primer año de vida. Y es mucho más común de lo que parece.
Mientras la famosa influencer, Yuya, disfruta de Mar, su bebé recién nacido, su cuñada, Pao Poulain, esposa de su hermano, Fichis, sufre la muerte de sus gemelos tras someterse a una cesárea de emergencia. Cada quien vive su realidad, pero el duelo perinatal es especialmente duro.
Consejos para superar la pérdida de un bebé
Es fundamental hablar de la pérdida de un bebé porque, según las estimaciones de Fundación March of Dimes, una organización dedicada a la salud materna e infantil, entre el 10 y el 15% de las mujeres que saben que están embarazadas sufren un aborto espontáneo.
Además, la muerte neonatal, cuando el bebé recién nacido pierde la vida apenas en unos días es un riesgo constante en el mundo entero. Problemas en el embarazo, con la placenta, infecciones y asfixia son algunas de las causas más comunes.
Perder a un padre es ser huérfano, perder a un hijo no tiene nombre, aunque algunos llaman a estos padres “huérfilos”. Si te ha pasado, te abrazamos con el alma y deseamos que encuentres pronta resignación.
Estas claves podrían serte de ayuda para atravesar un proceso de duelo saludable:
Despídete de tu bebé. Los expertos recomiendan el contacto post mortem y la creación de recuerdos. Un funeral, entierro o ritual de despedida será duro, pero necesario. Háblale por su nombre, aprenderás a honrarlo.
No evites las emociones. Olvídate de valorar si lo que sientes es bueno o malo, solo deja que fluya. Debes vivirlo y mejor aún si lo haces con tu pareja, tu familia y tus amigos.
Háblalo. El entorno tiende a minimizar este duelo, pero cada doliente tiene que escucharse y averiguar qué necesita. Puedes hacerte mucho bien hablarlo con un profesional de la salud mental, idealmente con un tanatólogo.
Asiste a grupos de apoyo. Hay muchos grupos que que nacen como un espacio de orientación y apoyo emocional para madres y padres que han perdido un bebé, haya o no nacido.
Recuerda ser amable contigo mismo y date tiempo. Este es, según los tanatólogos, el dolor más grande que un ser humano puede sentir. Algún día será más fácil hablar al respecto, pero, por lo pronto, apapáchate mucho y agradece su vida.