Seguramente has visto banquitos y taburetes en los baños, ya sea como apoyo para los niños pequeños, como adorno o hasta como asiento para cuando te estás bañando, sin embargo, estos mueblecitos tienen un gran uso y beneficio para tu salud, es por eso que hoy te revelaremos la razón por la que un taburete en el baño puede mejorar tu digestión.
Si sufres problemas de estreñimiento seguramente has escuchado y probado toda clase de remedios, desde los naturales hasta los medicamentos más sofisticados, pero la verdad es que lo mejor para tu digestión son los buenos hábitos (a menos que se trate de una enfermedad en específico), desde la buena alimentación con mucha fibra, ejercicio diario, hasta mantenerse bien hidratado, pero, además, la postura también juega un papel fundamental y es algo que quizá no sabías.
De acuerdo con la microbióloga alemana Giulia Enders en su libro ‘La digestión es la cuestión’ las personas que vivimos en el occidente tenemos más problemas relacionados con los intestinos y la respuesta a esto es tan simple como sentarse en la taza del baño, mientras que en muchos países orientales optan por ponerse en cuclillas.
La razón por la que un taburete en el baño puede mejorar tu digestión
Si bien vamos a seguir utilizando el retrete para hacer nuestras necesidades (obviamente) un taburete dónde apoyar las piernas para formar en ángulo como su estuviéramos en cuclillas nos puede ayudar muchísimo a mejorar nuestra digestión, según aclaran los expertos.
“Se debe a que el mecanismo de cierre del intestino no está diseñado para abrir completamente la escotilla cuando estamos sentados o de pie: es como una manguera doblada”, explicó Enders en una entrevista con el diario The Guardian.
De hecho, ya hasta existen taburetes a la venta que se acoplan perfectamente al retrete y dan el ángulo adecuado, pero puedes probar con alguno que tengas en tu casa, incluso puedes hacer la prueba colocándote en cuchillas por varios minutos, eso sí, mantente cerca del baño por si necesitas correr.
“Esta postura facilita la relajación del músculo que sostiene el recto (parte inferior del intestino grueso)”, señaló Silvia Delgado, vocal del Grupo de Trastornos Digestivos de la Asociación Española de Gastroenterología.
Además de probar con estas posturas, lleva una dieta saludable y balanceada rica en frutas, verduras, nueces, almendras, yogurt y mucha agua, además de realizar actividad física diariamente.