Al respecto de la cocina existen numerosos procedimientos o recomendaciones que en ocasiones dejamos de lado o simplemente no tomamos en cuenta o que tal vez resultan desconocidos; por esa razón, ahora te compartiremos la razón por la que no le debes quitar el tallo a la fresa antes de lavarla.
Esta es una de las frutas con las que se debe tener más cuidado, especialmente porque es uno de los cultivos en los que pueden proliferar grandes cantidades de bacterias debido a que además de que su crecimiento es a la altura del suelo, también se usan pesticidas y en algunos lugares el riego se realiza con agua tratada.
Y es que en este caso puede ocurrir la famosa “contaminación cruzada“, la cual consiste en el hecho de que si la fresa tiene algún tipo de microorganismo en su superficie, al cortarlo con el cuchillo puede provocar que estos se adhieran a la pulpa e incluso a otras áreas de la cocina, lo que dificultará aún más la desinfección.
Pero además de este factor de riesgo sanitario, expertos en gastronomía indican que es mucho mejor dejar el tallo a la fresa cuando se realiza el lavado de las fruta. Te explicaremos a qué se debe que este sea el procedimiento sugerido por los expertos.
Y es que cuántas veces no te ha pasado que comes un fruto de estos y te da la extraña sensación de que su consistencia tiene una sensación desagradable al paladar, pues pasó de estar dura a permanecer un tanto chiclosa después de lavarla.
Tallos de las fresas: ¿Cuándo es el momento perfecto para quitarlos?
El sabor y la consistencia de la fresa pueden cambiar radicalmente gracias a los tallos, esto se debe a que si quitas esta pieza en el interior se filtra una gran cantidad de agua, razón por la que la textura se vuelve acuosa e incluso es un tanto más propensa a echarse a perder antes de tiempo por la humedad.
A razón de ello, lo mejor es primero lavar y desinfectar este fruto rojizo de manera adecuada antes de remover los tallos de las fresas, principalmente porque esto ayudará a conservar su consistencia. Por otra parte, al dejarle esta “protección” es mucho más sencillo remover los residuos de su superficie.
Quitar el polvo, restos de pesticidas, heces fecales, tierra, entre otros, será más sencillo cuando laves las fresas y así te aseguras de que los microorganismos no se vayan a la pulpa.
Paso a paso para desinfectar las fresas
- Al comprar, elige fresas firmes, no aplastadas porque en éstas se pueden almacenar con más facilidad las bacterias.
- En un recipiente con agua diluye jabón líquido neutro, y con un cepillo de dientes o esponja suave talla la superficie de cada fresa. Enjuaga con agua limpia. Recuerda no quitarle los tallos durante el proceso.
- Coloca las fresas en otro recipiente con agua y añade un par de gotas de cloro o desinfectante de frutas y déjalas ahí por 20 minutos.
- Ya que tus fresas están desinfectadas puedes quitar el tallo arrancándolo.
- Guarda las fresas en un envase de plástico tapado y mételas al refrigerador para que duren más tiempo.