Definitivamente nadie te enseña a ser padre, esa es razón suficiente para comprender que habrá detalles que como responsable de un pequeñito no tendrás completamente en cuenta; por ello, ahora te compartiremos un par de señales de que tu hijo tiene carencias afectivas, un problema que afecta su desarrollo.
En muchos hogares se cree que el cariño o el afecto es un factor de demostración que hace a los pequeñitos “débiles” o demasiado sensibles; sin embargo, es posible generar cierto tipo de problemas cuando los padres no hacen expreso el afecto.
Un vínculo fundamental en el desarrollo de los niños es a través del amor que reciben de sus padres o del primer entorno que tienen; y es que esta emoción les hace sentir validados, apreciados y con mayor confianza de desenvolverse.
Por eso motivo, es fundamental conocer las señales de que tu hijo tiene carencias afectivas, y es que aunque no lo creas, los menores pueden darte algunos indicios de que algo va mal en su crecimiento, pero por desconocimiento podrías ignorar las necesidades de los pequeñitos.
A razón de ello, ahora te compartimos cómo la carencia de afecto puede impactar en tus hijos y en la forma en la que ellos se relacionan con el exterior.
Carencias afectivas, cómo distinguirlas en tus hijos
Dejar que tus hijos pasen demasiado tiempo solos o sin la posibilidad de experimentar tiempo de calidad con los padres les hace propensos a numerosos problemas que les afectan no solo en la infancia, también en su desarrollo general e incluso de la vida adulta.
Por eso, los psicólogos indican cuán importante es saber leer los síntomas de las carencias afectivas en los niños:
- Tienen desconfianza generalizada.
- Presentan fuertes problemas de concentración.
- Cambios bruscos en la conducta y respuestas agresivas.
- Pocas o nulas habilidades sociales.
- Problemas con el desarrollo del lenguaje.
- Trastornos de ansiedad.
- Dificultad para modular las emociones.