El cabello largo es el sueño de muchas personas pero también es algo que implica tener muchos cuidados. La realidad es que no basta con invertir en shampooy tratamientos caros para mantener su apariencia saludable, muchas veces algo tan sencillo como bañarse en las noches podría dañarlo más de lo que imaginas. Ahora te explicamos por qué es malo dormir con el cabello mojado.
Muchas personas deciden bañarse en las noches porque favorece al descanso y relajación del cuerpo, haciendo más fácil conciliar el sueño. Sin embargo, pocas veces dejamos que el pelo se seque antes de tocar la almohada, lo cual puede traer graves consecuencias.
Uno de los daños más evidentes se dará en la textura del pelo, pues dormir con el cabello mojado provocará un aumento de la porosidad de la superficie capilar, además de que puede generar caspa, mayor sensibilidad capilar, inflamación del cuero cabelludo por la humedad, caspa, enredos y nudos en el pelo.
Además, al reposar en la cama con el cabello húmedo es más probable que se sufra de debilitamiento severo en las hebras, provocando exceso de quiebre y caída del pelo.
Razones por las que dormir con el cabello mojado puede suponer riesgos
Por si esto no fuera poco, dormir con el pelo mojado también puede causar fuertes dolores de cabeza derivados del cambio de temperatura que se genera en el cuerpo.
Te recomendamos no envolver el cabello en una toalla para secarlo, ya que la tela de las toallas puede mantener la humedad por más tiempo, afectando también la circulación de sangre en el cuero cabelludo y aumentando la tensión en el mismo.
Por increíble que parezca, esta práctica también llega a generar afectaciones en el sistema inmune debido al cambio de temperatura que sufre el cuerpo. Esto, a su vez, desencadena alergias y resfriados.
Una solución puede ser bañarte con anticipación para dejar que tu pelo se seque al aire antes de dormir o pasarle la secadora para quitar la humedad, pues si se juntan la humedad en el cabello y el calor de la almohada, se puede generar el ambiente ideal para la proliferación de hongos y bacterias, que pueden causar irritación en el cuero cabelludo y en la piel que está alrededor del cabello, dando pie a la aparición de caspa.