La freidora de aire se ha convertido en uno de los productos de cocina favoritos en los últimos años gracias a que nos permite hacer deliciosos platillos con muy poca grasa y sin que pierdan sus nutrientes, sin embargo, muchas personas no saben cómo limpiar estos electrodomésticos correctamente y puede acordar su tiempo de vida útil o llenarla de grasa que se adhiere a otros alimentos, es por eso que hoy te diremos cómo limpiar tu freidora de aire para evitar bacterias y mal funcionamiento.
Aunque tienen mecanismos muy sencillos de utilizar, como todos los demás electrodomésticos necesitan mantenimiento periódico para conservarse en buenas condiciones, pues la acumulación de grasa, pedazos de comida y microorganismos pueden provocarnos infecciones, además de que los componentes de la freidora se pueden llegar a pegar o de plano descomponerse.
Limpiar este aparato es mucho más fácil de lo que crees y los resultados te encantarán, pues quedará como nuevo y listo para ayudarte con tus mejores platillos, así que ¡Toma nota!
Cómo limpiar tu freidora de aire para evitar bacterias y mal funcionamiento
Vas a necesitar:
Vinagre blanco
Bicarbonato de sodio
Jabón
Papel de cocina
Paso a paso:
- Desenchufa la freidora y espera a que esté completamente fría, evita accidentes.
- Vierte todo el aceite quemado, grasa y pedazos de comida en un recipiente.
- Saca la canastita metálica y métela en un recipiente con agua caliente, un poquito de jabón para trastes y un chorro de vinagre blanco para eliminar toda la grasa y limpiarlo a profundidad.
- Con un cepillito quita todos los restos de comida que hayan quedado en las paredes interiores de la freidora.
- Con una toalla de papel limpia todo el interior para quitar los residuos sobrantes y la grasa.
- Llena la cubeta con agua hasta la línea máxima del aceite y ponle un poquito de jabón y una o dos cucharadas de vinagre.
- Enciende la freidora y deja que el agua hierva por algunos minutos, así se limpiará a profundidad.
- Apaga la freidora, desenchufa y deja que se enfríe.
- Elimina el agua con jabón de la freidora y limpia con una toalla de papel para no dejar pelusas.
- Toma un cepillito o esponja y remójalo en agua jabonosa y dale la última limpiada.
- Seca con una toalla de papel o un paño de microfibra.
- Espolvorea unas cucharadas de bicarbonato para eliminar cualquier rastro de mal olor.
- Con el cepillito o la esponja limpia la cesta metálica que estaba en remojo.
- Enjuágala y déjala secar muy bien.
- Elimina todo el bicarbonato con un trapo.
- Arma de nuevo la freidora con la cesta metálica.
- Pasa un trapo de microfibra húmedo por el exterior de la freidora para eliminar el polvo.