El huevo es quizá el alimento que todos incluimos en nuestra dieta. Con alto contenido en nutrientes, su consumo es beneficioso para nuestra salud siempre que no caigamos en el exceso. Comer este alimento todos los días conlleva también efectos negativos en nuestro organismo como aumento del colesterol.
El huevo nos permite ser muy versátiles en la cocina, ya que existen decenas de recetas que podemos preparar con este alimento, desde ensaladas con huevo duro, tortilla española o los prohibitivos huevos con papas fritas, un plato que fascina a los más pequeños y no tan pequeños de la casa.
En el huevo podemos encontrar grasas de buena calidad, practicante todas las vitaminas que necesita nuestro cuerpo, a excepción de la vitamina C, proteínas pero también el temido colesterol. Esta sustancia grasa que es esencial para la membrana platica de nuestras células se puede convertir en un problema cuando sus niveles en sangre aumentan.
Comer huevo todos los días es, según los expertos, especialmente nocivo para aquellas personas que ya presenten índices de colesterol malo alto y que éste factor vaya acompañado de otros indicadores de riesgo como por ejemplo antecedes familiares, hipertensión arteria o que la persona sea fumadora. En este tipo de perfiles se recomienda su consumo de 2 a 3 veces por semana. Por el contrario, los expertos indican que una persona sana puede incorporar este alimento a su dieta diaria sin que ello suponga riesgos para su salud.
La forma en que consumimos el huevo es también determinante para su impacto en nuestra salud y en los índices de colesterol. Tanto si nuestras condiciones físicas permiten comer este alimento cada día como si debemos limitar su consumo, optar por cocer los huevos es una elección mucho más saludable que ingerirlo frito, ya que elegir esta última opción eleva el contenido de grasas un 50%, según los especialistas en nutrición.