En el mundo existe una gran variedad de quesos y si te dices ser un amante de ellos sin duda debes conocer el queso italiano por excelencia: la mozarrella. Lo conocemos más por ser uno de los ingredientes principales en la preparación de las pizzas, pero tampoco falta en las ensaladas y en las pastas. Así que si quieres aventurarte, te decimos cómo hacer queso mozzarella casero, aquí te damos una receta rápida y sencilla para que triunfes con esta versión hecha en casa.
Su nombre proviene del italiano muzzare, que significa “cortar”. Se trata de un tipo de queso originario de la región de Campania en Italia. Tradicionalmente es elaborado con leche de búfala, aunque también se puede preparar con leche de vaca u oveja.
Es conocido por su sabor suave, textura elástica y su capacidad para fundirse, por algo la mozzarella se ha ganado popularidad en todo el mundo como el queso que hace que la pizza sepa como sabe.
Hay varios tipos de mozarella, está la búfala campania que es la que se elabora en esta región de Italia y en la que se utiliza la leche de la hembra del búfalo, y después está la mozarella tradicional, fresca o de alta humedad. Finalmente tenemos la mozarrella con un menor contenido de humedad, que es el que se utiliza en tiras para preparar la pizza.
En esta ocasión te enseñaremos cómo preparar una mozarrella fresca que, si bien también puede usar para el derretido de la pizza, es ideal para otros platillos como la ensalada caprese, sándwiches o paninis, como aderezo de bruschetta y crostini o incluso para relleno de carne, albóndigas y platos vegetarianos.
Paso a paso: Cómo hacer queso mozarrella casero
El queso mozzarella no se envejece como la mayoría de los quesos y es mejor cuando se come pocas horas después de su elaboración, además se considera uno de los quesos más saludables que existen debido a su bajo contenido en grasas y sodio.
Ingredientes:
* 1 galón de leche pasteurizada. Por lo general lo encuentras en los supermercados (no compres ultra pasteurizada, de lo contrario no te quedará).
* 1 cucharadita de cuajo, la puedes conseguir en algunas veterinarias o farmacias especializadas en químicos.
* 1 cucharadita y media de ácido cítrico. La puedes conseguir en la misma farmacia donde has comprado el cuajo o en tiendas especializadas de repostería.
* 6 cucharadas de sal de mar que no tenga yodo
* Media taza de agua.
Preparación:
* Divide el galón de agua en dos partes iguales. A una mitad añádele el ácido cítrico y a la otra el cuajo.
* Después calienta la leche a fuego medio, agrega con cuidado el ácido cítrico y mezcla por un minuto. Verifica que la temperatura esté a 32 °C.
* Luego agrega el cuajo y mezcla suavemente por 30 minutos. Tapa la mezcla y deja reposar por 10 minutos.
* Una vez pasado ese tiempo, destapa y corta la cuajada (esa especie de flan compacto que se forma). Hazlo con una espátula de metal para formar una cuadrícula. Luego vuelve a calentar hasta llegar a los 40.5 °C.
* Enseguida retira los trozos de la cuajada con una espátula de metal o una espumadera y después colócalos sobre una coladera de metal.
* Calienta el suero a 80 °C, añade sal y mezcla por un minuto.
* Coloca la coladera dentro del suero y revisa que la cuajada quede sumergida en el suero. Calienta hasta que la temperatura interna de la cuajada llegue a 54 °C.
* Retira la cuajada del líquido cuando llegue a la temperatura mencionada y utilizando guantes, de preferencia de silicón, comienza a amasarla hasta que endurezca y puedas formar una bola.
* Sumerge la bola que ha quedado dentro de balo de agua fría con hielo por 30 minutos.
¡Y listo! Ahora ya puedes servir el queso o bien, utilizarlo para tus próximas recetas. Asegúrate de guardar el queso en un recipiente hermético con tapa en el refrigerador.