El huerto urbano no solo contará con pequeñas plantas, ya que cultivar un limonero será una tarea simple y sencilla. Es que este árbol frutal es uno de los más adecuados al punto tal que, inclusive, lo podrás cultivar en una maceta. Por lo tanto, siguiendo los consejos de jardinería que te brindaremos a continuación, podrás disfrutar de limones cada temporada.
Una de las ventajas de cultivar un limonero en casa es que se podrá hacer a partir de las semillas de un cítrico consumido. Por lo tanto, el primer paso será introducir las semillas en un recipiente con agua durante 3 horas, lo que servirá para hidratarlas. Después tendrás que secarlas y colocarlas en un sustrato rico en nutrientes y minerales, colocando la semilla y cubriéndola totalmente. Cuando pasen dos semanas, notarás que los primeros brotes aparecerán en tu huerto urbano.
Es importante hacer el trabajo de jardinería teniendo en cuenta que se deberá proteger la planta de las heladas, ya que no soporta temperaturas inferiores a -3 °C. De hecho el clima en la que cultives el limonero es básico para que prospere. La temperatura ideal para el limonero se encuentra entre 17 y 28 °C, por lo que será el cultivo perfecto para zonas templadas si lo plantas en el jardín. Pero si en tu zona hace más frío y lo tienes en maceta, siempre podrás colocarlo en una ubicación más protegida o cubrirlo con una manta o lona que mantenga el calor en el árbol.
Por otro lado, una de las necesidades de limonero es contar con aire húmedo y ligero, que evite que las hojas se sequen. Por eso, aunque los tengas en maceta lo más recomendable es ponerlos en el exterior donde puedan recibir entre 6 y 8 horas de luz directa al día. Puesto que también necesitan estar protegidas de las corrientes de aire y el viento.
Mientras lo que respecta al riego, el agua es una de las principales exigencias del cultivo del
limonero debido a que necesitará bastante humedad en el sustrato, puesto que no tolera las sequías. Por eso, lo ideal es proporcionarle agua cada dos días en verano, especialmente si las temperaturas superan los 30 °C. El resto del año será suficiente con hacerlo una o dos veces, dependiendo del clima. Y el trabajo de
jardinería en la poda será trascendental, por lo que el mantenimiento se deberá hacer regularmente los primeros años de vida de la planta.