El mundo de la belleza no es como lo pintan, pues además del glamur que siempre se presume, hay un lado poco conocido y que muchas personas detestan: lavar las brochas de maquillaje. Sin embargo, es algo fundamental para prevenir que el exceso de productos se quede en las cerdas o que se formen bacterias que pongan en riesgo nuestra salud y el aspecto de la piel; recuerda que aunque todo lo que se lleva al rostro está aprobado para su aplicación, también tiene fecha de caducidad e incluso se les pueden formar hongos.
Todo lo anterior son algunas de las principales razones para cuidar todas las herramientas que se utilizan para lograr desde el maquillaje más sencillo hasta el más elaborado. Así que si eres principiante o nunca le has dedicado atención a tus brochas, es fundamental que pongas en práctica este truco efecto para lavarlas fácil y en pocos minutos, a menos que el exceso de producto ya haya hecho las cerdas muy gruesas y poco suaves, ya que en casos como este te tomará un poco de tiempo extra.
Paso a paso; así se lavan las brochas de maquillaje sin dañarlas
Algo que debes de tomar en cuenta es que necesitas los productos adecuados, pues no puedes aplicar cualquier jabón, ya que después las llevarás de nuevo a tu rostro y eso puede llegar a desencadenar problemas en la piel como acné, dermatitis o irritación y enrojecimiento.
Lo ideal es que busques un champú para limpiar brochas, muchos de ellos contienen en sus formulas antibacteriales que también pueden servir para cuidar la salud, o bien, desmaquillante; por otro lado, necesitarás un pequeño tapete especial cuyas formas te ayudarán a llegar a cada cerda de tus herramientas de maquillaje. Ahora, sólo queda poner manos a la obra y para facilitar la limpieza, puedes usar agua tibia.
1. En un bowl coloca el tapete con figuras y vierte un chorrito de agua tibia y una gota del champú especial (en las instrucciones puede indicar la cantidad según la fórmula).
2. Toma la primera de las brochas de maquillaje y comienza a frotar las cerdas en la superficie del tapete cuidando no aplicar mucha fuera para evitar dañarlas.
3. De ser necesario cambia el agua sucia un par de veces o hasta que la brocha deje de pigmentarla; repite el proceso con todas las brochas, cuidando que al terminar el agua siempre salga limpia.
4. Sacúdelas suavemente para retirar el exceso de agua y posteriormente pasa una servilleta de papel sobre las cerdas para retirar el resto de agua y déjalas secar en forma horizontal en un espacio que no esté expuesto al polvo.
5. Evita guardarlas y usarlas mientras están mojadas.
Otro aspecto que no debes descuidar es que durante el lavado el agua no debe tocar la parte metálica, que es donde está el pegamento que sostiene las cerdas; de lo contrario tus brochas pueden estropearse. Asimismo, procura que los lavados sean frecuentes para que incluso notes mejores resultados cuando apliques el maquillaje, lo ideal es hacerlo cada dos semanas, aunque si las notas limpias, puedes realizarlo una vez por mes.