Lavar los trastes es el suplicio de muchas personas; nosotras incluidas. Sobre todo, porque cuando dejamos que se acumulen el fin de semana, el lunes nos espera un día pesado, porque hay que planear lo de la semana y lavar todos los trastes pendientes para que tengamos dónde comer y además todo limpio para conservar la higiene en casa y por supuesto, la cocina. Esta es una de las razones por las cuales no es muy recomendable tener trastes sucios en la cocina.
Aunque nos dé flojera, no hay poder humano o sobrehumano, que nos absuelva de lavar los trastes y lo mejor que podemos hacer al respecto es resignarnos y tomar con buena cara la labor doméstica. Además si te pones a pensarlo mejor, tallar un plato siempre puede ser sumamente hipnotizante cuando te imaginas toda una historia detrás de esa compra o de lo que podría haber sido, pero no fue mientras tallas la superficie.
Sin embargo, la verdad es que muchas veces con imaginación o sin ella mientras lavamos nuestros platos y vasos, lo último que nos preguntamos es si estamos lavando las cosas correctamente o nomás nos estamos haciendo patos. Para resolver esa duda sólo hay que responder la pregunta "¿tú lavas con esponja, con fibra o con zacate?", parece irrelevante, pero lo creas o no, el material con el que tallas tus trastos, podría hacer la diferencia.
¿Por qué no es bueno lavar trastes con esponja?
Si de casualidad eres de las personas que lava sus trastes con esponja, debemos decirte "amiga, ¡date cuenta!", pues no es precisamente la mejor idea, porque aparte de que este material no remueve muy bien todos los residuos de comida, no es precisamente el más higiénico o saludable, si encima de todo, eres de las personas que las dejan remojándose en el jabón esperando eternamente a que se desinfecten.
La verdad es que hoy en día ya se han realizado diversas investigaciones que nos han dejado entender por qué no es buena idea albergar una esponja en agua con jabón por mucho tiempo y mucho menos usarla para lavar tus trastes y sí, tu intuición está en lo correcto: Esto tiene qué ver con la higiene. Por eso ahora te enlistamos algunas razones por las que es una mala idea lavar tus trastes con ella.
1. No eliminan las bacterias
De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Furtwangen, Alemania las esponjas para lavar los platos, esconden una gran cantidad de bacterias equivalentes a las que puedes encontrar en un inodoro. De hecho en un solo centímetro cúbico, podrías alojar hasta 50 mil millones de patógenos. Muchos más que los que se usan en el baño. Esto se debe a la cantidad de humedad acumulada.
2. Podría causarte infecciones estomacales
Las esponjas que contienen mal olor, regularmente poseen entre muchas otras, la bacteria Moraxella osloensis, la responsable del aroma fétido. Limpiar los platos con ellas podría causarte alguna infección gastrointestinal, como la diarrea, por lo que lo mejor es evitar usar las esponjas para lavar los trastes.
3. Cubres tus platos con una capa de gérmenes
Como lo hemos explicado, sobre todo en las esponjas que no son nuevas, si las usas para lavar los platos, lo que puede pasar es que lejos de quitar gérmenes y bacterias, cubres a tus platos con estos, cuando no desinfectas tu esponja después de usarla, pues pueden contener tantos microbios y patógenos como las heces fecales. Por lo tanto se recomienda que si usarás una esponja, la laves, desinfectes y la dejes secar al sol.