Es muy habitual que las mamás recientes, después de haber dado a luz, experimenten una caída del cabello. Es la consecuencia de que el cuerpo se está reajustando a la normalidad, después de haberse visto sometido a múltiples cambios durante el embarazo y en el momento de dar a luz al bebé.
Esta caída del cabello, muy común durante el posparto, puede acrecentarse por los cambios estacionales. Durante el invierno, el cabello es castigado por el frío, mientras que, cuando llega la primavera, el organismo aprovecha para renovarlo.
La renovación capilar es algo muy común en todas las mujeres. El cabello experimenta un ciclo de vida que es circular y que pasa por distintas fases, que van de la renovación a la caída. Ello, sumado a los cambios experimentados por el organismo durante el embarazo, da como resultado un aumento de la caída del cabello durante la fase del posparto.
La caída del cabello se trata de algo temporal, pero puede ser muy molesto. Por ello, es recomendable tomar todas las medidas necesarias para que esto no suceda. En este sentido, la alimentación tiene un papel protagonista. En primer lugar, es necesario ingerir ciertos alimentos ricos en las vitaminas y los nutrientes que el cabello necesita para favorecer su crecimiento y su fortaleza y evitar así su caída.
¿Qué necesita el cabello para estar fuerte?
Para lucir un cabello sano y evitar su caída, es necesario ingerir vitaminas A, B y C, y minerales, como el hierro, el cobre, el zinc, la biotina y el ácido fólico. Veamos, a continuación, qué contienen estas sustancias y cómo actúan sobre el cabello.
Vitamina A
Esta vitamina es fundamental en la prevención de todos los problemas del cuero cabelludo y del cabello debidos a la sequedad, como la caspa, el cabello seco, la caída prematura de cabello, etc. Y es que la vitamina A es muy importante en la producción de sebo, sustancia que impide que se produzcan estos fenómenos.
Son muchos los alimentos que contienen vitamina A. Por ejemplo, todos los vegetales de hoja verde oscura y las frutas de color naranja, verde o amarillo. Por ejemplo, las zanahoras, el brócoli, la col, las espinacas, el melón, el durazno y el mango.
Los lácteos, como la leche, la mantequilla y queso cheddar también contienen vitamina A, así como algunos alimentos de origen animal, como la res, el pollo, el pavo y el pescado.
Hay que tener en cuenta que fumar puede inhibir la absorción de esta vitamina. Lo mismo sucede si estás tomando algún tipo de medicamento.
Vitamina B
En concreto, la vitamina B6 ejerce un papel fundamental en la producción de hemoglobina. Esta sustancia es la encargada de transportar el oxígeno a las diferentes células del cuerpo. Por ello, su ingesta es garantía de que el cabello, sus folículos pilosos, reciban el oxígeno adecuado y luzcan saludables.
Los alimentos más ricos en vitamina B6, que también proporcionan altos niveles de proteínas, son el hígado, el pollo, la carne de cerdo, el pescado, los plátanos, las papas, las alubias secas, el grano integral y la gran mayoría de frutas y verduras.
El ácido fólico también es una vitamina del complejo B, indispensable para el correcto funcionamiento de muchas partes del organismo. Y es que tiene un papel indispensable en la producción de las células rojas de la sangre del cuerpo.
El ácido fólico se encuentra, sobre todo, en las verduras de hoja verde, como las espinacas, el brócoli, las acelgas, los espárragos, la coliflor y el berro. Las legumbres y los cereales integrales son también una buena fuente de ácido fólico. En cuanto a las frutas, algunas con mayor contenido en ácido fólico son las naranjas, las fresas, el melón y el plátano. También son ricos en esta vitamina el betabel y el aguacate.
Vitamina C
La vitamina C es esencial para la producción de colágeno, un componente fundamental del cabello. Por tanto, la falta de colágeno puede causar importantes daños en el cabello y acelerar su rotura y su caída.
Los alimentos más ricos en vitamina C son las frutas cítricas, como las naranjas, los limones y las toronjas. También son ricos en este nutriente los pimientos rojos, el mango y el kiwi.
Vitamina E
Esta vitamina es esencial, en concreto, para la salud de la piel y del cabello. Y es que la vitamina E es la responsable de que la sangre llegue al cuero cabelludo y de que también absorba el oxígeno. De ahí, que sea una de las sustancias protagonistas para el bienestar y salud del cabello y del cuero cabelludo.
La vitamina E se encuentra principalmente en los aceites vegetales de maíz (aceites de germen de trigo, girasol, maíz, etc.), en las nueces y en semillas, como las de girasol. Las hortalizas con mayor contenido en vitamina E son las espinacas y el brócoli. Asimismo, los cereales integrales también son ricos en esta vitamina.
Biotina
La biotina es fundamental para la salud del cabello y de las uñas. Es también conocida como vitamina H o vitamina B7.
Se trata de un nutriente soluble en agua que fomenta la división y el crecimiento celular. De ahí, su papel tan importante en el buen estado de muchos tejidos del organismo. Es, especialmente, un gran nutriente del cabello, pues contribuye a estimular el crecimiento del mismo y a detener su caída. También proporciona fuerza al cabello quebradizo.
La biotina se encuentra, principalmente, en el hígado de res, así como en los huevos y en el pescado azul, como el atún, el salmón y las sardinas. En cuanto a las legumbres, los chícharos son la mejor fuente de biotina. Las nueces también son una opción ideal, pues, además de biotina, contienen vitamina E. En cuanto a las frutas, el plátano y las fresas son las frutas más ricas en biotina.
Asimismo, una cucharadita de levadura de cerveza al día, disuelta en algún líquido, es uno de los mejores nutrientes para el cabello.
Hierro
El hierro es un mineral muy importante para salud capilar, ya que ayuda a mantener los folículos del pelo sanos.
Los alimentos más ricos en hierro son las carnes rojas, como la de res o la de buey, así como el hígado y la moronga. Los mariscos de concha, como las almejas y los mejillones también contienen grandes cantidades de hierro. Otras fuentes de hierro son los frutos secos, como las nueces de la india, los pistaches o las almendras, y algunas semillas, como el sésamo.
En cuanto a las verduras, las más ricas en hierro son las de hoja verde, como los berros, las acelgas o las espinacas. El alga espirulina es también uno de los alimentos más ricos en hierro.
Cobre
El cobre actúa como un antioxidante en el organismo y ayuda a prevenir la caída del cabello.
Lo contienen, entre otros, alimentos como las nueces, las avellanas, el cacao, los champiñones, la soya y las legumbres.
Zinc
El zinc es otro mineral cuyo papel es fundamental para la salud del cabello y de las uñas.
Está presente en los espárragos, las berenjenas, los garbazos, el plátano, los higos o el germen de trigo, principalmente.