Los rabanitos son considerados una hortaliza perteneciente a la familia Brassicaceae que se cultiva por sus raíces comestibles y gracias a sus características es implementado dentro del arte gastronómico en ricas ensaladas, platillos completos y hasta en bebidas. Estos pequeños frutos de sabor entre picoso y amargo de cáscara roja-rosada son fuente de vitamina C, un antioxidante que ayuda a combatir los radicales libres en el cuerpo y ayuda a prevenir el daño celular causado por el envejecimiento.
Son un fresco alimento que a pesar de que suele comprarse en el mercado para después disfrutarse dentro de ricas recetas, también forma parte de esos cultivos que se pueden tener en el huerto en casa sin la necesidad de ser un verdadero experto en la siembra de alimentos, ya que este tipo de hortaliza, es muy noble cuando se trata de crecer en pequeños cultivos.
Conocidos por su rápida producción, pueden dar sus pequeños brotes en solo tres semanas así que sobra decir que la cosecha podría ser muy rápida y recogerás los frutos sin tener que esperar hasta años. Aprovechando la temporada de verano, clima perfecto para este alimento, a continuación te explicamos la guía básica que debes de seguir y así poder tener este cultivo de forma sencilla desde el espacio y comodidad de una maceta.
¿Cómo cultivar rabanitos en maceta?
Los rabanitos en realidad no necesitan de mucho espacio en casa y tampoco son de cuidados sumamente especiales. Para obtenerlos desde una maceta es mejor que sigas esta sencilla guía básica.
Qué necesitas:
15 semillas derábano
Suficiente tierra
1 maceta
Un poco de agua
Procedimiento
Llena la maceta a ¾ de su capacidad con tierra y realiza pequeños hoyos con una profundidad de 3 centímetros y una separación de 2 cm. Coloca de 3 a 4 semillas (la variedad más recomendada es French Breakfast) en cada uno.
Cubre con más tierra y humedece con un poco de agua. Luego puedes agregar composta a la tierra, ya que será un nutriente extra y podrá crecer mejor. A partir de este momento recuerda hidratar con suficiente agua, pues es un alimento que requiere de este líquido vital para poder crecer en las mejores condiciones y exponer la maceta a los rayos directos de luz.
La clave es brindarle los cuidados necesarios y tener paciencia, pues seguramente pronto tendrás esos pequeños rabanitos brotando desde esa maceta que se encuentra en el huerto en casa y así disfrutar de forma ilimitada de estas pequeñas hortalizas que son perfectas para incluirse en una amplia variedad de recetas.