Los riñones tienen muchas funciones en el cuerpo y aunque la principal es que son los encargados de producir orina, también destacan aquellas encargadas de controlar la presión arterial y estimular la médula ósea para que produzca glóbulos rojos, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, es por ello que cuando comienzan a fallar se presentar algunos problemas de salud que requieren intervención médica, como es el caso de la aparición de las famosas "piedras".
Las piedras en los riñones, también conocidas como cálculos renales, son uno de los problemas de salud más frecuentes en estos órganos y suelen desarrollarse por ciertas sustancias presentes en la orina que terminan por solidificarse en diferentes dimensiones; así como pueden ser del tamaño de un grano de arena, también pueden alcanzar el volumen de una perla. Cabe destacar que cuando surgen, es el propio cuerpo el que las elimina, pero en otros casos se quedan dentro del cuerpo.
De tal forma que cuando el organismo intenta expulsarlas por medio de la orina, el tamaño de estas piedras puede hacer que se atoren en las vías urinarias y es cuando comienzan a desarrollarse los síntomas que alertan de esta afección. Muchas personas suelen creer que el dolor y las molestias se relacionan entre los riñones y las vías urinarias, aunque lo cierto es que también pueden llegar a afectar otras partes del cuerpo como la espalda.
Es por ello que en esta ocasión te compartimos la larga lista de síntomas que debes de conocer si es que tu cuerpo necesita atención médica para poder eliminar los cálculos renales. Entre ellos destaca el dolor de espalda, que puede ser tolerable o extremo aún sin que exista una lesión que genere la molestia. Asimismo, al tratarse de un problema relacionado con las vías urinarias, a la hora de orinar se pueden detectar un mal olor, una apariencia turbia y en algunos casos está acompañada de sangre o de muchas ganas de orinar.
Las molestias también se pueden extender de la espalda hacia los laterales, además de la parte baja del abdomen e incluso en la ingle. Por otro lado, también se sabe que las piedras en los riñones pueden ocasionar fiebre y escalofríos en los pacientes, es por ello que de detectar uno o más síntomas como esos hay que consultar a un médico que ayude a confirmar o descartar el diagnóstico. Para ello, se pide a las personas que se sometan a pruebas de orina, sangre y diagnósticos por imagen.
Una vez que se confirma el diagnóstico, los profesionales de la salud determinarán cuáles son los mejores tratamientos dependiendo del paciente, ya que se pueden someter a ondas de choque o por medio de la cirugía. Es importante recordar que "las piedras en los riñones rara vez causa daño permanente si un profesional de la salud los trata" a tiempo, explica el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK).
Por supuesto, no es lo único importante a destacar, ya que quienes padecen de este problema de salud también tienen que realizar cambios en su estilo de vida, mismos que los médicos también recomiendan a las personas sanas con la intensión de prevenir los cálculos renales. Algunas alternativas son tomar abundante cantidad de líquidos todos los días y cambios en la dieta, en combinación con los medicamentos que se receten.
Entre los alimentos que se sugieren agregar a la dieta destacan aquellos que son ricos en agua y cuidar el consumo de aquellos con sodio, mientras que una correcta ingesta de proteína animal y calcio pueden marcar la diferencia. Y es que según el NIDDK, "las piedras en los riñones se forman cuando hay niveles altos de calcio, oxalato y fósforo en la orina. Estos minerales normalmente se encuentran en la orina y a niveles bajos no causan problemas".