Con las prisas a las que estamos acostumbrados a vivir, es casi un hecho que definitivamente solemos tomar el camino fácil y más rápido para hacer nuestra comida, sin importar, que no siempre sea precisamente lo más saludable, debido a que para que el producto llegue sano y salvo a nuestros hogares, pues debe de contener algunos conservadores, químicos y demás ingredientes que no siempre son lo mejor que podemos consumir.
Un claro ejemplo sin lugar a dudas son los cuadritos de consomé de pollo que normalmente compramos, ya sea por pieza, por frasco o por caja, porque es un hecho que nos pueden sacar de muchos apuros, sin tener que estar hirviendo las piezas de pollo para que nuestro caldito agarre sabor. Esencialmente, porque sirve mucho para sazonar nuestras sopas, algunos platos fuertes, etc.
Pero ahora que todo subió de precio, debido a la inflación, pues tenemos que tratar de economizar lo máximo posible. Eso quiere decir, que tenemos que moderar lo que gastamos para tratar de estirar lo más que se pueda nuestro presupuesto y para lograrlo, definitivamente están las recetas caseras, que casi siempre son mucho más baratas que lo que estamos acostumbradas a consumir, porque como dice el dicho "de poquito en poquito, se llena el jarrito", lo cual quiere decir que aunque ahorres poco, a la larga, será una gran ganancia.
¿Cómo hacer cubitos de consomé en casa?
Por esta razón, para que ahorres aunque sea tantito, queremos compartir contigo nada más y nada menos que una receta para que elabores tu propio consomé de pollo en cuadritos de polvo para que te duren un buen rato y les puedas usar tanto como te sea posible. Esta receta es un poquito laboriosa, pero la buena noticia es que no la necesitas hacer muchas veces, sino una vez al mes o algo así, según sea la frecuencia del uso. Así que ¡manos a la obra!
Ingredientes
Un poquito de aceite de oliva
4 dientes de ajo picados
1 cebolla picada como gustes
1 rodaja de pimiento rojo
1 rodaja de pimiento verde
1 jitomate cortado en cuartos
1 zanahoria cortada en rodajitas aunque no sea muy fino
1 papa cortada en trozos medianos
1/4 de calabaza
1 betabel lavado y cortado en trozos
1 cebolleta picada en brunoise
Perejil al gusto picado lo más fino que puedas.
Algunas hojas de col picadas en tiras.
250 ml de agua
Sal al gusto
Sazonador de limón
Pimentón al gusto
Pimienta negra al gusto
¿Cómo se prepara?
1. Una vez que tus verduras estén lavadas y picadas, agrega un hilo de aceite de oliva en una cazuela honda o donde quepa todo y echa los ingredientes ahí.
2. Deja cocinar a fuego medio por unos 15 o 20 minutos.
3. Cuando retires tu cazuela del fuego o lo apagues, es momento de colar. Reserva el líquido de la verdura en un bowl aparte.
4. Licúa tu verdura en tu licuadora y si es necesario, agrega un poco del líquido reservado para que sea más fácil.
5. El líquido de las verduras puedes vertirlo sobre moldes para hielos y congelar.
6. Una vez licuada tu verdura, regresa la mezcla a la cazuela para que espese un poco más.
7. Cuando consiga la consistencia más espesa posible, es momento de que en un refractario coloques un papel vegetal o para hornear y sobre esto, la mezcla obtenida.
8. Una vez en el molde, lleva al congelador por 8 horas.
9. Cuando desmoldes, los cubos del agua del caldo puedes guardarlos en bolsas herméticas y el consomé (mezcla de verduras) pártela también en cubitos para que los guardes en papel aluminio.
Tip
Si quieres agregarle sabor a pollo, puedes cocer pollo y agregar el agua resultante a esta mezcla, pero si te gusta sólo con sabor vegetal, entonces esta es la mejor idea. Todo esto es cuestión de gustos, pero cuando es sólo de verduras te dura mucho más, que si incorporas carne a la receta.
¿Qué es el consomé?
La palabra consomé, viene del francés consommé, significa consumido, reducido es un caldo concentrado elaborado con carnes que se suele clarificar al final de la cocción para que quede transparente y sin impurezas. Por regla general se sirve caliente al comienzo de la comida. Se considera un plato típico de la cocina francesa, aunque según Dionisio Pérez Gutiérrez, la receta procede de España y llegó a Francia al ser robada de la biblioteca del Monasterio de Alcántara por el General Junot en 1807 durante la guerra de independencia.