Cada semana, si no es que cada día, tenemos que preparar comida y aunque nos encanta, llega un momento en el que definitivamente se nos acaban las ideas y entonces empezamos a repetir recetas de sopas, platos fuertes y hasta postres. Repetir comida no va contra las leyes de la naturaleza, pero definitivamente te cansarás de eso tarde o temprano, porque francamente el paladar se vuelve demandante y exigente.
Afortunadamente, ahora que hay días en los que hace frío o calor, nuestro catálogo de posibles antojos se abre y francamente hay momentos en los que pensamos en un montón de posibilidades para comer. Por ejemplo, cuando llueve, queremos comer un panqué con un buen tecito y cuando hace calor, pensamos casi automáticamente en helado, pero afortunadamente hay postres aún para los días indecisos en los que no hace ni frío, ni calor.
Uno de los postres que se pueden comer en todo momento, definitivamente es la gelatina, quizá por su consistencia o con la facilidad que tiene para combinar muy bien con el pan. Nadie sabe por qué, pero definitivamente la gelatina es un postre neutro y tan digno para acompañar un té o café, como un pastel. Sólo basta con elegir bien el sabor que te comerás, como por ejemplo los sabores de leche, porque sabes que esos combinan genial con tus bebidas tibias o calientes.
¿Cómo se hace una gelatina sabor nuez?
Aunque las gelatinas son también una buena idea cuando hace mucho calor, porque combinan bien con el helado o los cocteles, no hay que olvidar que definitivamente también tienen su encanto cuando las anexas al pastel, como ocurre en la mayoría de las fiestas mexicanas. Por esta razón, hoy queremos compartir contigo, nada más y nada menos que una receta para hacer una rica gelatina sabor nuez.
A diferencia de otras recetas, en esta ocasión no sólo se usará nuez y leche normal, sino dos diferentes leches, como lo son la condensada y la evaporada, además de que lograremos que sea saborizada con canela y hasta un poquito de cajeta para decorar. Ya verás que te encantará, porque los sabores logran una sensación increíble, una vez que cruzan tu paladar. Así que ¡manos a la obra!
Ingredientes
3 tazas de leche condensada
1 taza de leche evaporada
1 cucharada de canela en polvo
4 tazas de nuez tostada
5 sobres de grenetina hidratada y fundida
1 cucharada de esencia de vainilla
Suficiente de cajeta para decorar
Suficiente de nuez picada y tostada, para decorar
¿Cómo se prepara?
Licúa la leche condensada con la leche evaporada, la canela en polvo, la nuez y la esencia de vainilla hasta que se integren todos los ingredientes.
Sin dejar de licuar, agrega poco a poco la grenetina en forma de hilo. Vierte la preparación en un molde para gelatina de tu preferencia.
Refrigera hasta que cuaje y desmolda.
Sirve con la cajeta al centro y decora con más nuez picada.