Durante los 12 meses que dura el año los fieles católicos tienen al tradición y creencia de encender una vela cada mes para atraer las buenas energías o cerrar ciclos, de tal forma que las familias sean bendecidas y no les falte la abundancia en cada uno de sus días.
¿Qué vela se enciende durante el mes de agosto 2022?
Para este mes de agosto los fieles católicos deberán encender la octava vela del año 2022, que corresponde al color naranja tendrá que estar encendida durante todo el mes pues representa a la energía positiva, y beneficia a las familias para expulsar de los hogares de energía negativa, alimentando el espíritu en armonía para dar tranquilidad, y un equilibrio en la vida de sus creyentes.
El color naranja de las velas significa fuerza, optimismo y vitalidad, además simboliza el brillo del Sol, recae en lo masculino y su desarrollo esta centrado en la energía positiva; se asocia con la diversión, el ambiente sociable y las características como el estado activo, extrovertido e impulsivo.
La filosofía de la cromoterapia señala que el color naranja aumenta la energía, disminuye los miedos y ayuda a avanzar, además se le relaciona como uno de los colores de la felicidad, se interpone a los estados depresivos. Leyendas bíblicas antiguas destacan que este color ayuda a la fertilidad, al volver a renacer, se relaciona con las plantas y el medio ambiente.
Los fieles creyentes señalan que la vela naranja ayuda a encontrar la prosperidad. En la numerología este color corresponde al número 1, que es el inicio de un todo. Los expertos en el zodíaco confirman que este color se relaciona con el singo de Leo, que es fuerza, iniciativa y energía.
¿Cuál es la vela que se deberá encender en septiembre 2022?
La vela del color dorada es un comodín, podrá ser encendida sólo en casos especiales y necesarios, es decir, si las personas del hogar en que se quiere encender necesitan esta vela que representa el dinero o la deuda, podrá ser encendida y se dice que aleja las mismas y brinda mayor paz ante una situación compleja. Algunos creyentes prefieren encender la vela durante un mes, y para ello eligen septiembre.