Cada vez se sienten más cerca las vacaciones de verano y, a veces, estas se convierten en el pretexto perfecto para descuidar la dieta, aumentar la ingesta de comida chatarra y evitar a toda costa cualquier rutina de ejercicio. Sin embargo, es importante procurar una dieta balanceada para evitar problemas de salud, así como evitar que la recuperación de la salud sea una tortura.
¿Sabías que una persona que está en vacaciones puede llegar a aumentar de 1.5 a 2 kilos por semana? De cierta manera es comprensible, puesto que en un lugar de vacaciones es más fácil que haya antojos más visibles que de manera regular en casa. Asimismo, se pierde la rutina de ejercicio y las horas de sueño porque se suele tener más reuniones con seres queridos perdiendo noción del momento de dormir y el de despertar.
Las vacaciones también permiten que haya más soltura en el consumo de alcohol en combinación con bebidas azucaradas como jugos y refrescos por la propia convivencia social que hay con familiares y amigos. Toma en cuenta que el costo de perder esta rutina, así como de vigilar tu cuerpo puede llevar hasta dos meses de esfuerzo para recuperar el cuerpo anterior y el retornar a la costumbre de las horas.
5 recomendaciones para controlar tu peso en verano
1. Elige cada menú
Si bien, no es necesario que te quiebres la cabeza pensando en platillos demasiado elaborados; puedes optar por platillos más sencillos pero balanceados y nutritivos. Procura comer al menos dos veces al día verduras en alguna presentación, modera el consumo de los aderezos, así como las botanas fritas o endulzadas como los postres. No se trata de evitarlos completamente o castigarlos, solo de ser consciente de la cantidad que estás consumiendo y balancearla
2. Ojo con las bebidas
Las vacaciones son equivalente a tiempo de descanso y una forma de sentirte “más relajado” es optar por bebidas alcohólicas. Sin embargo, tanto los cócteles como las bebidas azucaradas (refrescos, jugos o aguas preparadas con jarabe) suelen aumentar la retención de líquidos y, por lo tanto, contribuyen al aumento de peso. Una alternativa es tomar agua simple o mineral con un toque de limón y hierbabuena.
3. Dedícate un capricho al día
Otro consejo que te damos es que elijas un “capricho” al día; es decir que elijas si en la mañana comes un pan dulce, en la comida un postre, entre comidas algún cóctel o en la cena una abundante pasta. De esta forma, estarás moderando el consumo de aquello que más te gusta a una sola vez en el día, en vez de excederte a que en cada comida repitas ese capricho.
4. Prepara snacks saludables
Para esos momentos de hambre entre comidas, puedes optar por algún snack saludable. No es necesario que diariamente prepares algo, basta con que un día a la semana te dediques a cortar, por ejemplo, jícama, pepino y zanahoria para que solo llenes un recipiente y le agregues limón al gusto. O bien, puedes preparar barras de avena para llevar a las actividades diarias, evitando comprar algo en la calle.
5. ¡Muévete!
No olvides que, si la alimentación es muy importante, también lo es el ejercitar tu cuerpo. Puedes usar este tiempo de descanso para ir a visitar lugares nuevos y caminar mientras los conoces; o planear actividades para ti, en pareja o en familia como dar un paseo en bicicleta por la ciudad o algún atractivo turístico. Asimismo, puedes optar por ir a balnearios para disfrutar del verano en un lugar acuático. Opciones hay muchas.