Las plagas siempre son de temer, no hay nada más espeluznante para un agricultor que descubrir que su cosecha está en peligro mortal. Pero ¿qué pasaría si esa plaga transformara el maíz en un manjar de los dioses?
Eso es lo que sucede con el huitlacoche, que es un hongo que infecta las mazorcas de maíz y es capaz de terminar con plantíos enteros debido a su fácil propagación por esporas.
Sin embargo, esto no siempre representa una pérdida ejemplar, estas mazorcas contaminadas que cambian su color, aroma y textura resultan portadoras de sabores excepcionales.
El huitlacoche o ceniza de maíz como se conoce, es un grano deformado, que posee sabores diferentes a lo que se conoce normalmente, tiene notas terrosas, húmedas, amargas incluso, pero eso no lo hace menos merecedor de protagonizar el menú de los grandes restaurantes mientras está en temporada.
Y es que este privilegiado ingrediente tiene un historial ancestral de delicatesen desde tiempos prehispánicos, y no hay mejor manera de apreciarlo que en su forma más natural posible. Por esa razón, permíteme compartirte esta receta muy sencilla pero que te conectará con la raíz más profunda de México.
Ingredientes:
500 gr de huitlacoche
150 gr de granos de elote
½ pz de cebolla blanca
3 pz de chile serrano
Aceite vegetal en cantidad suficiente
Sal
Tortillas de maíz, recién hechas o calientes.
Procedimiento:
En un sartén caliente, agregar un poco de aceite vegetal, acitronar la cebolla cortada en plumitas medianas. Dejar que caramelice un poco.
Posteriormente, añadir los granos de elote hasta que estén un poco doraditos. Agregar un poco de sal.
Picar finamente los chiles serranos, si se desea, pueden ser desvenados para que piquen menos.
Dejar trabajar a fuego bajo por 5 minutos.
Subir el fuego y añadir el huitlacoche, saltear brevemente, rectificar sazón y hacer con la mezcla y las tortillas calientes unos tacos.