La temporada de otoño-invierno ya está aquí y con ella también llegan los cambios de clima para dejar atrás los días soleados y calurosos y en su lugar tener los días más frescos con vientos, frío y lluvias intensas que fomentan la presencia de animales como arañas o alacranes en nuestro jardín, sino también de daños en nuestras plantas que de no atender a tiempo pueden causar daños graves e irreparables. Entre las especies más dañadas destacan los cactus, pues hay que recordar que son de climas cálidos gracias a que su estructura les permite acumular agua y sobrevivir a las sequías.
Sin embargo, durante el otoño y el invierno las condiciones climáticas pueden llegar a ser poco favorables para tus cactus haciendo que se quemen por el frío, o bien, que tengan un exceso de agua que dañe su estructura hasta el punto de dejarlos amarillentos y con un tallo muy suave con el que la muerte será inminente. La buena noticia es que si tienes esta planta en casa sólo debes de seguir una serie de recomendaciones con las cuales evitar que se sequen y mueran.
Trucos para cuidar un cactus esta temporada de frío y lluvias
Una de las recomendaciones que nunca pueden pasarse por alto son aquellas relacionadas al regado, ya que lo ideal es hacerlo cada que su sustrato está seco, es decir, cada tercer día o cada semana según las condiciones climáticas de la temporada, pero durante los últimos meses del año la humedad se hace más presente, por lo que la frecuencia para regarlos también disminuye y de no seguir esta recomendación tendrás que enfrentarte a una mala salud de tus plantas.
De acuerdo con los jardineros, durante el otoño y el invierno hay varias razones por las que no se debe de regar tan seguido un cactus, pues tanto por las bajas temperaturas, como por la presencia de lluvias (en especial si los tienes en el exterior) ellos mismos se encargan de retener agua. De tal forma que lo ideal es verificar constantemente qué tan hidratados están y qué tan húmedo está su sustrato para implementar los regados como máximo una o dos veces al mes, es decir, cada 15 días.
Asimismo, debes procurar que la temporada de lluvias no te tome por sorpresa y tu jardín está repleto de cactus, pues el exceso de agua también les puede hacer daño y ocasionar que se debiliten y sequen a causa de un mal ambiente. Es por ello que lo ideal será moverlos al interior del hogar durante esta temporada, pro buscando espacios en los que aún tengan acceso a los rayos del sol, o bien, construir una especie de techo que evite que el agua de la lluvia les llegue directamente ya sí también evitar los charcos que tarde o temprano terminarán por afectar su salud.
Incluso si sigues todas las recomendaciones puedes llegar a notar cambios en tu cactus, especialmente en el crecimiento, aunque es algo que no debe de preocuparte, pues es normal que durante esta temporada su crecimiento disminuya ya que reducen su ciclo metabólico.
En lo que respecta al sol y sobre todo cuando están en exteriores, estas plantas pueden llegar a verse afectadas y quemadas por el exceso de agua y cambios brucos de temperatura que van desde días helados, hasta encharcamientos por las lluvias y además el calor de los rayos solares.