Como cada año, en las diferentes regiones de México, el Día de Muertos celebra la visita temporal de sus familiares y seres queridos difuntos.
Hogares a lo largo del país separan una mesa o un mueble para poner un altar de muertos que incluye fotos de aquellos que ya no están terrenalmente y suelen usar el tradicional pan de muerto, dulces, papel picado de distintos colores, frutas, calaveritas de azúcar, agua, entre algunos alimentos y objetos que eran los representativos de sus personas queridas.
Día de Muertos, es un gran ejemplo de cómo México es uno de los países más ricos en cuanto a costumbres y tradiciones; y esa fecha se ha convertido en una de las favoritas para turistas nacionales e internacionales para visitar el país y llenarse de una energía derivada de los distintos colores y sentimientos que la fecha ofrece. Te traemos tres opciones que puedes visitar en estas fechas y disfrutar de las tradiciones mexicanas.
Recorrido Purépecha en Michoacán
Uno de los lugares más emblemáticos es Santa Fe de la laguna, tradicional pueblo purépecha que tras muchos años aún conserva las tradiciones, la forma de vestir y la arquitectura desde su fundación. Estos sitios fueron habitados por la fascinante cultura purépecha.
El Pueblo Mágico de Tzintzuntzan, el ex convento Franciscano de Santa Ana, La plateresca Iglesia de San Francisco de Asís y la linda parroquia de la Soledad también forman parte de esta experiencia para admirar y darnos una idea de cómo vivían los antepasados.
La zona arqueológica de este pueblo te dará la oportunidad de conocer los vestigios de los templos que pertenecieron al imperio purépecha. Y para cerrar con broche de oro, se encuentra el poblado de San Jerónimo Purenchécuaro, donde podrás caminar entre sus bellas y coloridas calles, admirar las casas tradicionales y conocer más sobre esta increíble cultura purépecha.
Xochimilco
La experiencia comienza desde que te subes a la trajinera, la cual no es nada convencional; la primera parte consta de un recorrido al interior de los canales y lagunas de Xochimilco, esta parte es única ya que los recorridos tradicionales no entran a la zona lacustre.
El trayecto es acompañado por un poeta náhuatl que enseña palabras en esta lengua, se habla de la visión mística y mítica de los canales. En la chinampa se sirve un menú gourmet chinampero preparado por un chef que consta de 2 a 3 tiempos dependiendo las hortalizas de temporada.
Después, se embarca de nuevo para ir a otra chinampa que se utiliza de cultivo, ahí un guía xochimilca habla de las técnicas de cultivo y datos escondidos históricos que sólo los verdaderos xochimilcas conocen, además de poder cortar hortalizas y recorrer la chinampa. Se hace la última visita a un ajolotario cercano, donde se puede observar la especie endémica del valle del Anáhuac, el ajolote, además de verter un poco de información sobre ella. La experiencia termina llegando de regreso al lugar donde se embarcó.
Chignahuapan
Chignahuapan ubicado en la Sierra Norte de Puebla, está lleno de lugares bellos, tiene un quiosco único y no le hacen falta caudales ni pozas termales, pero lo que reúne multitudes en este pueblo mágico (además de la feria de las esferas) es el Festival de la Luz y la Vida. que se celebrá cada año el primero de noviembre es su mítica laguna ubicada en el centro del poblado. Con luces fluorescentes, actores, balsas, una pirámide flotante custodiada por calaveras y fuegos artificiales se encargan de narran al público la travesía de los muertos al Micltán. Esta fiesta única, inicia en la capilla de la resurrección donde se monta la Ofrenda de las Mil Luces desde donde los visitantes pueden participar en una procesión rumbo al lago acompañados de antorchas andando sobre un tapete gigante de acerrín que viste la calle.