A pesar de que el invierno inicia hasta el próximo miércoles 21 de diciembre, las tormentas invernales ya comenzaron en México. Ese tipo de fenómenos meteorológicos en conjunto con los frentes fríos y la parte final de la temporada de ciclones tropicales, que concluye el 30 de noviembre, pueden provocar daños a la salud física y mental.
Durante esta temporada, en la que las temperaturas bajan y las personas están expuestas a virus como la influenza, también es común hablar de casos de depresión invernal.
Los días nublados y una menor exposición al sol son responsables de que aparezca este trastorno, que año con año enciende las alarmas de dependencias de salud a nivel global.
En México, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios de Salud de los Trabajadores del Estados (ISSSTE) ofrecen atención psicológica gratuita contra la depresión invernal.
¿Qué es la depresión invernal?
De acuerdo con el servicio informativo de salud para pacientes, familiares y amigos de Estados Unidos, Medline Plus, la depresión invernal —también conocida como trastorno afectivo estacional— es un tipo de trastorno que va y viene conforme la temporada del año. Normalmente se manifiesta en el otoño (septiembre a diciembre) e invierno (diciembre a marzo) y desaparece cuando llega la primavera.
Este padecimiento se presenta principalmente en las personas que viven lejos del Ecuador, es decir, en regiones al norte y al sur del mundo. Las mujeres son las más afectadas.
¿Por qué ocurre la depresión invernal y cuáles son sus síntomas?
Medline Plus explica que no hay causa clara que provoque este trastorno; sin embargo, “quienes la sufren pueden tener un desequilibrio de serotonina, químico del cerebro que afecta su estado de ánimo. Sus cuerpos también producen demasiada melatonina, una hormona que regula el sueño, y no suficiente vitamina D”.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señala que la ausencia de sol está asociada a la depresión invernal, por ello, considera necesario salir a recibir luz del sol al menos 25 minutos al día.
Los principales síntomas de depresión invernal son los siguientes:
Sentirse deprimido gran parte del día, casi todos los días.
Perder interés en las actividades que alguna vez disfrutó.
Experimentar cambios en el apetito o en el peso.
Tener problemas para dormir.
Sentirse lento o agitado.
Tener poca energía.
Sentirse sin esperanza o inútil.
Tener dificultad para concentrarse.
Tener pensamientos frecuentes sobre la muerte o el suicidio.
¿Cómo se trata la depresión invernal?
Si notas síntomas de depresión invernal y son cada vez más intensos, lo mejor es que pidas ayuda psicológica.
El IMSS y el ISSSTE recomiendan tener comunicación abierta sobre el tema, a fin de que puedas expresar tus emociones y recurrir al apoyo de profesionales.
Además, las dependencias ofrecen la línea de la vida, misma que se encuentra disponible en el teléfono 01800 911 2000, los 365 días del año, las 24 horas del día.
¿Cómo prevenir la depresión invernal?
Trata de tomar el sol y haz que tu entorno sea luminoso. La luz solar es sumamente importante y puedes aprovecharla abriendo persianas e iluminando tu habitación.
Sal a caminar, aunque esté nublado y haga frío: La luz externa puede ser de gran ayuda para esos días en los que comienzas a sentirte mal. Las autoridades medicas de Mayo Clinic recomiendan hacerlo en las mañanas.
Haz ejercicio, será fundamental para dejar atrás el estrés y la ansiedad que puede producir la temporada invernal.
Considera usar una caja o lámpara de luz especial. El uso de cajas de luz puede ser una forma efectiva de tratamiento. Habla con un profesional de atención médica acerca de las opciones.
Mantén contacto con seres queridos, contar con alguien de confianza y platicar inquietudes “es un factor importante para ayudar al estado de ánimo”, según Mayo Clinic. Los expertos recomiendan llamar mínimo a algún conocido al día si consideras que tienes síntomas.
Evita el alcohol, ya que “puede reducir los niveles de químicos del cerebro que ayudan a regular el estado de ánimo. Los niveles más bajos de estos químicos pueden hacer que una persona con depresión se deprima aún más”.