No abras una sombrilla bajo techo, no cruces por debajo de una escalera, ni se te ocurra romper un espejo o derramar la sal o el vino. Los martes 13 parecen estar destinados para que uno los viva sujetando todo con pinzas por una creencia popular con un largo historial de anécdotas que le dan “valides”: es un día de mala suerte.
La mala fama de este día es monumental al grado de contar con su propio refrán “martes 13, ni te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes”. Se suelen hacer todo tipo de admoniciones con los cuales se advierte de la supuesta “mala suerte” del día que nos llega de vez en cuando en el calendario, pero ¿de dónde viene realmente y qué significa?
Origen del martes 13
Las historias alrededor de este día fatídico son abundantes y abonan a la idea del mal augurio.
Una hace referencia a la cena más famosa del mundo: la última cena. Había 12 apóstoles y Jesús. A Judas, conocido como traidor por entregar al mesías a cambio de unas monedas, se le adjudicó el número 13.
Además, el Apocalipsis y el relato de la bestia de siete cabezas que blasfema contra Dios se encuentra en el capítulo 13 de la biblia.
Tras el diluvio que sumergió a la tierra bajo el agua y solo fueron salvadas las especies que rescató Noé en su arca, se dice que dios encomendó a los hombres poblar la Tierra, pero ellos, que hablaban el mismo idioma, decidieron construir una torre hacia el cielo para poder hablar con él.
Se dice que fue un martes 13 que dios decidió confundir los idiomas para que los hombres no pudiesen entenderse y dejara la disparatada idea de la construcción, conocida como “Torre de Babel”.
El día alude al dios Marte, que para los romanos era el dios de la guerra, sinónimo de muerte y destrucción.
También un martes nació el dios Tifón, relacionado con los huracanes.
Un martes de 1453 los otomanos se apoderaron de Constantinopla, uno de los imperios más poderosos de la historia debido a que controlaba la ruta entre Asia y Europa, como el paso del Mar Mediterráneo al Mar Negro, dando fin al imperio romano.
Pero probablemente la historia más conocida sobre la mala popularidad del martes 13 es su “relación” con el tarot: la carta 13 está relacionada con la muerte y la pérdida.
Todas estas creencias fueron dando forma a la idea de que los martes 13 son días de mala suerte, pero también existe la creencia de que son los viernes, aunque esta idea está más arraigada a países anglosajones como Estados Unidos e Inglaterra; sin embargo, lo que los une es la idea en el imaginario colectivo de lo que representa el número 13 en diversas culturas.
Supersticiosos o no, la realidad es que el martes 13 es la construcción de diversas narraciones que cuentan historias trágicas en diversas culturas y mitologías que nos hacen pensar si es buena idea o no cruzar los dedos, no tomar decisiones importantes, no casarnos, no embarcarnos y no salir de casa.
Recuerda que se trata de supersticiones y que no hay un fundamento racional que las explique o compruebe, además de que se le atribuyen características sobrenaturales sin sustento científico.