Digan lo que digan y no importa cuánto puedan llegar a cambiar los tiempos, una buena tanda de buñuelos no puede faltar nunca, porque para muchos son un clásico navideño, porque es un postre bueno, bonito y barato, que además puedes hacer rendir, dependiendo del tamaño que los hagas.
Por eso hoy decidimos compartir contigo una receta fácil para que en caso de que no hayas contemplado postre o no sepas qué llevar a la casa de tus suegros, puedas hacer algo rico, que cabe en cualquier mesa navideña, porque definitivamente no siempre se comen en casa, a menos, claro de que te dediques a venderlos.
Los buñuelos son un postre de origen español, también llamados fruta de sartén, que es una masa de harina frita, que tiene forma circular y puede mezclarse tanto con agua, como con leche, huevo y levadura. Puede llevar un relleno que generalmente es dulce. En algunas regiones se utiliza tanto para lo dulce, como para lo salado, como. los de manzana o de pescado.
¿Dónde se consumen los buñuelos?
Esta preparación es muy antigua y propia en realidad de la cocina mediterránea, pero algunos países latinoamericanos, como Colombia, Cuba, Ecuador y México, los adoptaron y en el caso del primer y último destino, los servimos normalmente en Navidad, aunque también los podemos encontrar en las ferias.
En la época de los Aztecas y Mayas, se tiene registro de que existía un dulce parecido, que se elaboraba con harina de maíz y azúcar, pero a la llegada de los españoles, durante la Conquista, se reemplazó el maíz por el trigo y la receta fácil que te enseñaremos a hacer hoy tendrá este último cereal, como la receta tradicional, que seguramente has probado desde que los hacía tu abuelita.
La diferencia mayor de los buñuelos españoles, con los mexicanos, definitivamente es que mientras en España son esferitas pequeñas, en México, pueden tener varios tamaños, que van desde los 5 cms de diámetro hasta el metro y medio de ancho, donde su preparación incluye el uso de miel de piloncillo y canela.
Ingredientes
1/2 kilo de harina de trigo
2 huevos
3/4 de taza de azúcar (para espolvorear)
Aceite necesario para freír y para la masa.
Preparación
En un recipiente, agrega el harina, un chorrito de aceite y los huevos. Empieza a mezclar con las manos, hasta que todos los ingredientes se incorporen en forma de masa.
Espolvorea un poco de harina en la superficie donde vayas a amasar y amasa por unos 10 minutos más hasta que la masa te quede no tan dura, ni tan blanda.
Parte la masa en pequeñas bolitas y luego extiéndelas una por una con un rodillo.
Aplasta del borde de las tortillas y una vez listos, húndelos en aceite hasta que estén doraditos y bronceados por los dos lados.
En cuanto los escurras del aceite, espolvorea con azúcar y si quieres, canela en polvo.
¡Listo!