Hay una bebida sin la que millones de personas, día a día sobre todo por la mañana, afirman no funcionar igual: El café. Aparte del atractivo sabor que nos conecta con la tierra y su enigmático aroma, del cual hace un siglo se conocían 13 compuestos distintos que ahora suman más de 800 según investigaciones, una buena razón para integrar al café a nuestra vida cotidiana son sus beneficios tanto para la productividad como la creatividad, aparte del disparo de energía que todo mundo relaciona con esta delicia que se acostumbra tomar caliente.
¿Te has preguntado qué es lo que hace que el café nos mantenga despiertos y por qué algunas personas necesitan de varios espressos al día mientras a otros les basta con la potencia de un solo café instantáneo? Esto se debe a una proteína llamada DARPP-32, la cual nos mantiene activos hasta la próxima pausa para el café al extender los efectos de la última taza.
Aparte de mantenernos despiertos, ahora se sabe que la cafeína del café es un potenciador de la memoria, lo que nos viene muy bien al momento de trabajar o estudiar, según investigadores de la Universidad Johns Hopkins. Tras realizar un ensayo con personas que no comían ni bebían productos con cafeína regularmente, en el que se les dio un placebo o una tableta de cafeína de 200 miligramos cinco minutos después de mirar una serie de imágenes, encontraron que al día siguiente los del segundo grupo tenían una mejor retención de los recuerdos.
Y desde el punto de vista creativo, si bien la cafeína no es como tal la creadora de grandes ideas en nuestro cerebro, sí ayuda a crear un buen contexto para que suceda. Cabe recordar que la cafeína no sólo se encuentra en el café, sino también en bebidas de cacao y chocolate.
Los beneficios cognitivos de la cafeína son varios, entre los que destacan el aumento del estado de alerta, una mayor vigilancia, la mejora del enfoque así como del rendimiento motor.
Con información de Another Company